El relato más desgarrador de María Pombo sobre su enfermedad y lo nunca contado: "No quería ver reacciones"

La 'influencer' se sinceró como no había hecho hasta ahora sobre la esclerosis múltiple y cómo encajó la noticia al principio

Telecinco

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Actualizado 09:47

María Pombo se ha convertido en la 'influencer' más importante de este país. Tanto como para ser digna entrevistada por Bertín Osborne. Fue anoche cuando la pudimos ver sincerarse delante del presentador de 'Mi casa es la tuya' y abrirse, como no había hecho hasta la fecha, sobre los primeros momentos tras el diagnóstico de su esclerosis múltiple. Porque lo que conocíamos era ese vídeo en el que anunciaba al mundo que padecía la misma enfermedad que tantas veces le había tenido pendiente de su madre. Y lo hacía casi a la vez de contar que estaba embarazada y esperando su primer hijo junto a Pablo Castellano.

Pero, ¿qué pasó por su cabeza realmente cuando escuchó esa palabra de nombre del médico? ¿Cómo fueron los primeros días en los que tuvo que encajarlo? Esas y otras preguntas con las que contextualizarlo todo fueron respondidas en esa charla distendida que siempre logra uno de los rostros más importantes de la parrilla de Telecinco. "Hay muchas cosas detrás de una familia, yo elijo contar lo bueno", era la frase preámbulo a toda esa confesión que hoy copa los titulares de la prensa de diferente tipo.






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Silencio digital

"No escribí nada en quince días del 'shock', estaba en brote. No tiene cura, pero tiene tratamiento. El brote consistía en que empecé a sentir cosquillas por el pie pero, al día veinte, ya se subió al costado", comenzaba explicando cómo manejó los tiempos, hasta considerar que lo más cabal, teniendo en cuenta a qué se dedica ella, era contarlo a través de la ventana que supone Instagram. "Este brote fue desagradable, es la enfermedad de las mil caras, te puede dar en un ojo y dejarte sin visión unos días, te puede afectar al habla… Tuve suerte y me dio con hormigueos. Fue cuando empezamos a pasear tras el confinamiento. Cuando me subió al costado, llamé a mi tía Blanca, ya asustada y con la voz rota", continúa con ese relato desgarrador y complicado a partes iguales.

Esta colgó, pero su hermana no tardó en llamar a María para decirle que esta iba de camino para llevarla a recibir asistencia médica. "Y yo ahí me cagué, estábamos en plena pandemia y me dije: 'Cómo tengo que estar para que vengan a por mí para llevarme al hospital y que me llevara algo para que durmiera en el hospital'. Le pedí a Dios que no fuera nada", se sincera, dando todo lujo de detalles sobre la situación. E indicando que, justo después, fue cuando se apartó del mundo digital para poder centrarse en las pruebas médicas pertinentes, porque estaba atenazada ante la posibilidad de padecer algo que pudiese hacer daño a ese bebé que venía en camino y sobre el que aún no nos había dicho nada.

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Un paso al frente

¿Qué pasó cuando supo que era esclerosis? "Odio decir esto pero respiré, porque es una enfermedad que conozco por mi madre", dice con mucha serenidad y convencida de que, en ese instante, sintió que tenía la situación bajo control. Porque no hay nada más desconcertante que la incertidumbre. Esa que le quitaron de un plumazo, porque para la dolencia era conscientes de que hay tratamientos. Ahí llegó el momento de duda, de si airearlo o no.


"Yo no sabía si lo quería contar o no. No sabía qué excusa poner, creí que era mejor dar la información. Hice un vídeo y lo expliqué. Estaba acojonada y dejé el móvil, no quería ver las reacciones. Estaba triste. Pero luego vi que eran mensaje de abrazo, fue de lo mejor que me ha dado las redes sociales, el apoyo que me dieron", manifiesta antes de subrayar cómo hay un sector 'hater' que se lo ha hecho pasar mal al poner en tela de juicio que esté enferma realmente: "Hay gente muy mala que me dice que no tengo esclerosis múltiple porque estoy bebiendo, o de fiesta, o tomando el sol, o qué haces en el gimnasio… te hacen sentir que te define una enfermedad y a mí no me define. Yo hago mi vida normal hasta que no pueda hacerla".