El primer obstáculo con el que se toparon Kiko Rivera e Irene Rosales aflora 5 años después: ''Era difícil''

Mucho se ha hablado de la sincera entrevista que dio Kiko a Bertín Osborne en 'Mi casa es la nuestra' y todo lo que desveló de su vida y sus relaciones
El primer problema con el que se toparon Kiko Rivera e Irene Rosales aflora 5 años después: ''Era difícil''

 

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Kiko Rivera es uno de los personajes del corazón más mediáticos de nuestro país y ocupa titulares y portadas de revistas desde que nació. Sin embargo, pese a todos estos años en el candelero, Kiko sigue generando una oleada de reacciones en sus declaraciones y con cada una de sus entrevistas y una de las más seguidas y aplaudidas ha sido la que dio a Bertín Osborne en el programa de Telecinco 'Mi casa es la tuya' el pasado viernes.

El hijo de Isabel Pantoja ofreció una de sus entrevistas más sinceras y personales hasta el momento. Habló de su infancia, su Madre y sus problemas con la justicia, de su padre Paquirri y la herencia, de sus hermanos, de sus problemas de salud, de sus hijos. Pero sobre todo, habló de su mujer Irene Rosales y de lo que ha cambiado su vida desde que la conoció. Muchas han sido las parejas que se le han conocido a Kiko, pero pocas oficiales.

Irene no solo llegó a su vida para robar su corazón, también para renovarle por dentro y por fuera. Hoy la pareja ha formado su propia familia y está feliz pese a los rumores de crisis, ambos han formado un equipo y el motor de sus vidas son sus hijos, Francisco (que Kiko tuvo con Jessica Bueno y que Irene siente como suyo) y las dos pequeñas Ana y Carlota. Eso sí, sus comienzos no fueron tan sencillos. Ha sido el propio Kiko el que ha confesado que Irene “fue un hueso duro de roer”: “Me tuvo un año intentándolo, yo ya no sabía qué hacer, es muy ‘pesá. Un año entero me tuvo detrás”, dijo.

Se conocieron por un amigo en común y nada más verse Kiko tuvo claro que aquella chica era especial: planeaba quedadas en grupo para verla, le invitaba a barbacoas en Cantora (pese a que Irene no come carne), le proponía ser la protagonista de sus viodeoclips, escapadas… pero nada funcionaba. Mas de un año después Irene aceptó y es que, la modelo no podía hacer nada sin pensar en Kiko, ''es la mejor persona que he conocido'', dijo. Fue entonces cuando acompañó a Kiko a Cantora y ambos tuvieron la conversación definitiva “Un día en Cantora, después de conocer a su madre, Kiko y yo nos metimos en una habitación y ya se puso serio, me dijo que o la cosa iba para adelante o se acababa ahí, y hasta el día de hoy”.

''El primer problema que tuvimos fue su gordura. No podía hacer nada del sobrepeso que tenía y no es por físico, ya es por salud. La comparación con hoy no tiene color'', añadió Irene. Entonces fue Kiko quien confesó una anécdota de unos de sus viajes de novios: ''Fuimos a conocer Roma y no podía moverme, no salí de la recepción y el bar del hotel'', aseguró. Unas declaraciones en las que Irene aprovechó a poner en valor el esfuerzo que Kiko Rivera ha hecho en los últimos años y su fuerza de voluntad para reconducir su vida: ''Ha mejorado nuestra vida, pero principalmente su calida de vida'', dijo Irene. 

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