Un nuevo revés en la vida de María Pombo y Pablo Castellano: complicaciones en la mudanza
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"Ha sido mi primera casa, nos hemos independizado los dos aquí...", con esas palabras explicaba María Pombo el "nudo" que tenía en la garganta sabiendo que sería su última noche en la casa en la que ella y su marido, Pablo Castellano, habían convivido los últimos cuatro años. Y es que a pesar de la ilusión que tiene por estrenar su nuevo hogar, no puede evitar sentir cierta melancolía. "Estoy a punto de llorar", reconocía. Además, se trata de una situación muy especial, pues de momento no residirán en su nueva casa.
"Nos vamos a casa de mis padres, una semana, diez días...", confesaba María Pombo a través de sus historias de Instagram. Y es que, debido a la crisis sanitaria, y al parón que el estado de alarma ha supuesto, los muebles que Pablo y ella habían comprado se han retrasado bastante, por lo que ahora mismo su casa está vacía, excepto por las cajas que ellos han llevado ya. Eso sí, la influencer, lejos de mostrarse apenada o preocupada por esta situacuón, ha confesado que su padre está "encantado de que volvamos a casa, mi madre también, pero mi padre más".
Su etapa más difícil
Los inconvenientes con su mudanza llegan en uno de los peores momentos de la influencer. Y es que, hace tan sólo unos días, anunciaba emocionada que podría padecer esclerósis múltiple, una enfermedad que también padece su madre. “En la resonancia se vio que tenía mielitis que para el que no lo sepa es inflamación de médula. Y las esclerosis múltiples suelen empezar por ahí”, confesaba Maria Pombo. Pero aún no tiene el diagnóstico cien por cien porque aún le quedan bastantes pruebas por conocer, de ahí que necesite unos días para asimilar todo lo que le puede suceder.
Pero la influencer no se ha mostrado para nada derrotada, es más: “Me siento totalmente afortunada de que sea esto y no otra cosa. Tuve miedo de que fuera algo más grave. Es una enfermedad que yo vivo muy de cerca en casa”, aseguraba muy emocionada. Ella misma aseguraba que se estaba adelantando al diagnóstico pero que si finalmente se trataba de esclerosis múltiple estaba tranquila, ya que la ciencia ha evolucionado muchísimo. “Me temblaba todo el cuerpo como cuando te examinas del carné de conducir que te tiembla el cuerpo y las piernas solas”.
Por eso ha querido mandar un mensaje a todas esas personas jóvenes que siguen su día a día: “Nuestra mente nos suele castigar antes de tiempo. Nos suele poner en las peores de las situaciones. Y al final nada es tan malo como nos imaginamos”. Ha querido dejar claro que ni está sufriendo ni lo está pasando mal pero que si tiene la cabeza en otro lado y está asimilando todo lo que le está sucediendo.
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