Marc Márquez y Lucía Rivera, ¿el adiós definitivo a su relación?

Marc Márquez y Lucía Rivera han puesto punto y final a su relación, que ya duraba casi un año y medio. El piloto, que acaba de cumplir 27 años, y la modelo, de tan sólo 21, pusieron fina  su relación el pasado fin de semana, según afirma El País. La pareja llevaba ya varias semanas sin compartir imágenes juntos en redes sociales y, aunque no han sido especialmente activos en medios, han conseguido hacer saltar las alarmas entre sus fans. 

Ambos comenzaron su relación a princios de 2019, aunque estuvieron varios meses jugando al despiste y tardaron meses en hacerla pública. La hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera y el deportista hicieron oficial su noviazgo en el Gran Premio de la Comunitat Valenciana. El piloto ganó allí la Triple Corona, pero no celebró solo su triunfo, pues su pareja, la modelo Lucía Rivera, no quiso perderse la ocasión. Ambos anunciaron su romance con un apasionado beso captado por las cámaras de los medios, y rápidamente se convirtió en una de las imágenes del circuito. "Felicidades al mejor. Sigue haciendo tan feliz a los tuyos”, escribía ella en una fotografía que subió a sus stories de Instagram.

En noviembre de 2019, la pareja se dejó ver juntos en la ceremonia de los premios de la Federación Internacional de Motociclismo. La modelo ya había acompañado durante el fin de semana a Márquez, y con ella habían ido su madre, la modelo Blanca Romero, y su hermano pequeño, Martín, que es un gran fan del piloto. 

Las críticas por su relación

Sin embargo, la relación le supuso a Lucía un sinfín de críticas, algo a lo que quiso poner freno con un comunicado en su Instagram: "Estoy cansada. De insultos a mis amigas, a mi familia (a mi abuela, a mi madre e incluso utilizando fotos de mi hermano pequeño que tiene 6 años) simplemente por tener una relación, que por cierto desde que empezó mi vida no ha cambiado, yo sigo siendo la misma. Y a partir de hoy empezaré a tomar medidas legales", escribió la joven. 

“Siempre piensan que soy una flipada", contaba la modelo al diario El País el pasado septiembre. "Pero no. Vengo de un ambiente normal, no estudié en Nueva York ni fui a un internado a Suiza. Me crié con mis abuelos, que vienen de la mina, en Asturias, en una casa humilde y normal”, relataba entonces. Lucía, que creció sin padre, adoptó el apellido del que fue marido de su madre, Cayetano Rivera, a quien ella, aún después del divorcio, sigue llamando 'papá'. 

 Para ella, la cuestión de ser “novia de” estaba condicionando su carrera. “Ven mi trabajo como algo fácil. Y no es fácil, de verdad, no es nada fácil”, explicaba. “Al revés, al revés. Las marcas no piden gente protagonista, quieren ser ellas protagonistas, y lo entiendo. Por eso somos maniquís. En América a lo mejor sería una Kendall Jenner, pero aquí no”.

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