¿Cómo hacer las paces con tu pareja tras una fuerte discusión?

En la pareja, como en la familia y los grupos de amigos, se dan de forma inevitable momentos tan crudos como propios de los vínculos más fuertes y es que, por mucho que queramos a los nuestros, las relaciones personales no son fáciles y, a la par que nos regalan los instantes más felices, también pueden protagonizar los más duros.

En el caso de las parejas, sobre todo las que llevan más tiempo y han limado muchas asperezas por el camino, a menudo reaparecen esas discusiones o capítulos que más duelen, pero es preciso dejarlos atrás para sanear la relación y seguir avanzando.

En primer lugar, si se ha superado una fuerte discusión, es porque lo bueno pesa más y merece la pena apostar por esa persona. A pesar de eso, lo que debería seguir a una fuerte discusión es una declaración de "líneas rojas": Hay determinados aspectos o acciones que se pueden tolerar y es conveniente ceder por el bien propio, el de esa persona, así como el de la relación, pero hay otros que tenemos claro que no son negociables. Cada uno sabe cuáles son los suyos.

Una vez dicho todo, con libertad y sin faltar al respecto, debéis poner los dos de vuestra parte para, sin partir de cero, porque ya tenéis muchas vivencias y no existe la llamada "hoja en blanco", crear un nuevo clima en el que no se reprochen esos errores del pasado que solo hacen daño y no aportan nada constructivo.

Además de eso, hay que tener muy presente que no se arregla todo solo por el hecho de reconciliarse, sino que hay que aunar esfuerzos para marcar una nueva etapa, más madura y comprometida; sin miedo de llegar a una situación crítica otra vez, pero sin relajarse ni desgastarse, pues, por desgracia, los fallos del otro son más visibles que los propios.

Con todo, no podemos perder de vista que nadie sabe más de pareja que cada cual y que, más allá de los consejos y el sentido común, hay que luchar por lo que nos hace felices, encontrando el equilibrio entre la comodidad y la excesiva exigencia.