Verdeliss se desahoga y cuenta el problema familiar que ha vivido por culpa del coronavirus
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Verdeliss se ha desahogado en las redes sociales. La ‘influencer’ no ha podido aguantar más la presión a la que está sometida y ha acabado explotando en una publicación en su perfil de Instagram. La reflexión versa sobre las dificultades a las que nos tiene sometidos a todos la pandemia del coronavirus. No poder tener la libertad absoluta de la que gozábamos antes, no poder visitar a familiares, familias distanciadas, mayores solos… Sin duda, un mal trago que estamos pasando todo y sobre el que ha querido aportar algo.
La reflexión más dura de Verdeliss sobre la pandemia
Verdeliss es un auténtico torbellino en las redes sociales. Todo lo que toca lo hace viral y crea tendencia de cada cosa que pone en marcha. Eso es lo que ha pasado este viernes con una publicación en la que ha reflexionado sobre la pandemia del coronavirus y un problema familiar que esta ha generado. “Ayer conocí a mi sobrinito...por primera vez, con sus dos mesecitos de vida y viviendo a apenas 5 minutos de casa. Y fui yo sola con Miren, y quedamos en la calle...”, comienza relatando la ‘influencer’.
“He escuchado hablar de la “fatiga pandémica”, y sé que no debería quejarme (tengo la fortuna de no haber visto a nadie cercano enfermar). Pero ya me pesa demasiado sentir tan coartadas las libertades... Necesito arrumacos, necesito emociones, necesito vivir sin pensar que lo que más nos humaniza, mayor riesgo supone”, se desahoga Verdeliss. “Ale, ya me he desahogado”, termina diciendo la ‘influencer’.
Lo que cuenta Verdeliss no es nada nuevo ni que no hayamos sentido todos en algún momento de esta crisis sanitaria sin precedentes en la que estamos inmersos. El caso de Verdeliss de no poder ver a una familiar recién nacido es un problema al que se han tenido que enfrentar miles y miles de familias en toda España en el último año. Además, va mucho más allá de la mera prohibición de verse, porque una vez podemos hacerlo, debemos llevarlo a cabo con distancia y manteniendo todas las recomendaciones sanitarias.
Los comentarios que ha recibido la ‘influencer’ han sido de apoyo y comprensión. Como decimos, en la mayoría de ellos queda patente que la historia que ha vivido y nos ha trasmitido Verdeliss, la están viviendo muchos millones de personas en todo el mundo. Esperemos que se acabe pronto este horror.
Verdeliss se despide de la lactancia materna
Esta noticia llega poco después de que anunciase que se despedía de la lactancia materna. Una confesión sobre la que también reflexionaba y generaba un buen debate en redes sociales. “Os voy a dar la charla con mi drama del momento. Entiendo que para vosotros no tendrá mucha importancia pero yo tengo un cóctel de sentimientos ahora mismo porque he decidido que voy a iniciar el destete de Miren”, ha comenzado explicando Verdeliss en sus historia de Instagram, donde ha abierto una vez más su corazón a sus millones de seguidores. Es algo que tenía en mente desde hace tiempo pero nunca veía el momento, a pesar de que es terreno conocido para ella ya que hizo lo mismo hace unos años con sus mellizas Eider y Anne. “No puedo decir que fuese un destete voluntario y respetuoso porque di yo misma el paso, pero sí que intentamos que fuese lo menos traumático posible con una serie de técnicas, sobre todo mucha distracción. Aunque era agotador, cada vez que pedían teta nos poníamos a jugar, a leer un libro, a hacer una manualidad”, ha recordado.
Y su marido Aritz jugó un papel fundamental a la hora de dejar la lactancia ya que era quien las consolaba cuando necesitaban tomar el pecho por las noches. “Como es una ley de la oferta y la demanda, cuanto menos se ponían al pecho, menos leche iba produciendo y al mismo tiempo ellas perdían el interés”, ha expresado. Y ahora con su hija Miren iba a repetir experiencia pero finalmente ha sido más fácil de lo que pensaba ya que al verla con el holter puesto, “ella misma lo está rechazando, creo que entiende que tengo mal y se apura a la hora de acercarse”, ha dicho afirmando que ya no pide el pecho y que se lo ha tenido que ofrecer ella misma para que le vaciase la leche que le quedaba porque “iba a reventar”. Y lejos de ser algo traumático, ve a su pequeña muy feliz jugando con sus hermanos.
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