La tajante respuesta de Tamara Gorro cuando se le plantea que sus hijos puedan ser unos mantenidos: “¿Qué educación es esa?”

Aunque Tamara Gorro tenga millones de seguidores en redes sociales y sea una de las influencers con más relevancia en nuestro país, sigue conservando la misma esencia que cuando se dio a conocer en ‘Mujeres y hombres y viceversa’, donde empezó a hacer sus primeros pinitos en televisión. Gracias a su paso por el programa, años después conoció al que hoy en día es su marido y el hombre de su vida, Ezequiel Garay, y a pesar de ser un futbolista de primera línea, lo cierto es que Tamara sigue siendo igual que cuando no era famosa y continúa con sus orígenes humildes.

Aunque para ella todo el mundo debería ser humilde y no le gusta utilizar esa palabra, es muy cierto que sigue conservando las mismas amistades y sigue manteniendo el mismo contacto con el mismo entorno que cuando vivía en Móstoles, el municipio madrileño donde creció. Allí siguen viviendo sus abuelos y su madre y siempre que puede se escapa a hacerles una visita. Incluso montó su propio bar allí para poder estar más cerca de los suyos. Ahora que vive en Madrid a la espera de que fichen a su marido en algún equipo, está más unida a ellos que nunca y le encanta ir allí a pasar tiempo en familia.

Los orígenes humildes de Tamara Gorro

“Me arrepiento mogollón de haber dicho en el pasado que soy humilde, ¿qué gilip*llez es esa? Todos tenemos que tener humildad. Mi familia es una familia normal. Mi Móstoles es un barrio, barrio, con un olor especial”, ha asegurado en una entrevista para Divinity, donde ha hecho balance de lo mucho que le ha cambiado la vida desde entonces. Tamara Gorro creció viendo cómo su madre trabajaba de sol a sol de tres de la tarde a cuatro de la madrugada, sin posibilidad de descanso porque a las 8 tenía que llevarla a ella al colegio. Algo que le ha marcado de por vida y que le hace valorar aún más el trabajar cada día con esfuerzo y no vivir de las rentas.

“Cuando lo pienso digo: 'jo*er, mi madre dormía cinco horas diarias'. La he visto quitarse cosas ella para dármelas a mí”, ha dicho, reconociendo el gran trabajo que hizo para sacarla adelante, ya que su padre falleció cuando era muy joven. Y no solo ha visto cómo su madre se desvivía por ella, también a sus yayos, como llama cariñosamente a sus abuelos. “También he visto a mi abuelo trabajar de aparcacoches, buscándose la vida. Mi abuela trabajaba los sábados limpiando un centro cultural, me levantaba a las 5:45 horas, cogíamos el metro, el autobús, y me quedaba dormida en unas colchonetas. Yo nunca me he criado entre lujos, de hecho a veces los envidiaba”, ha reconocido.

Tamara Gorro tiene claro el futuro de sus hijos

El sueño de Tamara Gorro siempre había sido ir a Disney, pero sabía que sus padres no se lo podían permitir porque no llegaba el dinero. “Mi madre me lo juraba, pero ahora eres consciente de que no se podía. La frustración de mi madre siempre fue esa”, ha explicado. Esta filosofía de vida ha querido aplicarla con sus hijos y, aunque ha ido con ellos al parque temático en varias ocasiones, es consciente de que no va a acostumbrarles a que el dinero se consigue fácil. “Yo soy de las que si mis hijos no quieren estudiar ni trabajar, no tendrán dinero, y no se lo voy a dar. No les faltará comida ni techo, pero eso es otra cosa. ¿Qué educación es esa?”, ha dicho muy tajante. “Yo he sido independiente toda mi vida, lo sigo siendo y lo seré. En mi plan de vida entra que tengo que trabajar sí o sí, porque yo no sé si yo o mi entorno lo vamos a necesitar. Ezequiel no me vino a cambiar mi concepto de vida, pero sí me aportó tranquilidad, estabilidad emocional y lo mejor de mi vida que es mi familia. Eso sí que me lo ha regalado él”, ha comentado refiriéndose a su marido.

“Me encantaría que mis hijos pudiesen decir que su madre fue un ejemplo para ellos igual que lo pienso de mi madre y de mi abuela. Que dijesen: 'Ha sido una madre que no ha parado de luchar'”, ha concluido.

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