Sale a la luz el punto de inflexión que marcó Jessica Bueno entre ella, Kiko Rivera y su hijo
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La última publicación de Kiko Rivera en Instagram ha vuelto a poner de actualidad su relación con Jessica Bueno, madre de su hijo Francisco.
El Dj, que está de plena actualidad por los rumores que apuntan una crisis con Irene Rosales y que será el primer invitado del programa 'Mi casa es la vuestra' de Bertín Osborne, está más activo de lo habitual en sus cuentas oficiales. Kiko quiere compartir con todos momentos junto a su familia una vez pasadas las Navidades.
Pues bien, en su última imagen Kiko Rivera comparte una fotografía con su mujer y sus 3 hijos, con la llamativa diferencia de que a su hijo Francisquito le difumina la cara y no a sus dos hijas con Irene Rosales. Esto no ha pasado desapercibido para las redes sociales, que han recordado el toque de atención que el DJ recibió meses atrás por parte de Jessica Bueno al publicar una foto del menor por su cumpleaños en la que se le podía ver el rostro.
Aunque la expareja, ahora tendría una supuesta cordialidad, lo cierto es que no siempre fue así y este tipo de decisiones y ''toques de atención'' públicos, nunca sentó demasiado bien al DJ, tal y como han contado en diferentes ocasiones su círculo más cercano.
Recordemos que el punto de discordia y que generó un enfrentamiento entre las dos familias fue el séptimo cumpleaños del menor. Como decimos el hijo de Isabel Pantoja compartió una fotografía en la que aparecía junto al pequeño para felicitarle pero no reparó en un detalle esencial: se le veía demasiado la cara. Un descuido que rápidamente solucionó, tras un toque de atención de la modelo, que conllevó que el Dj se viera obligado a borrar la foto y sustituirla por otra. “A veces la vida se te complica y te la ponen más difícil. Cambio de foto cariño. Te quiero a rabiar mi amor. Tú y yo por siempre juntos! Felicidades mi vida”, escribió Kiko, donde mostraba su malestar.
Y es que, Jota Peleteiro, marido de Jessica y la propia modelo, cuidan muy mucho la imagen de sus hijos y la privacidad, algo que han querido transmitir a Kiko, que su estilo de vida es otro, igual de respetable, pero ''no quieren que se exponga al menor y que se cuide su privacidad para que pueda tener una infancia y adolescencia como un niño normal''.
Aunque esto parece formar parte del pasado, este momento marcó un punto de inflexión en la pareja, y aunque siguen compartiendo imágenes del niño y de su evolución, cuidan mucho que no se le vea la carita y que crezcan con la normalidad de cualquier niño.
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