Natalia Sánchez expone el lado más crudo conciliación familiar: "Es un sentimiento de culpa continuo"
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Hace unas semanas, Natalia Sánchez -uno de los rostros más queridos de CADENA 100- revelaba que se marchaba, con toda la familia a cuestas a Argentina. Eran motivos laborales los que obligaban a esta y a su marido, Marc Clotet, a tomar esta drástica decisión temporal. Y si bien es cierto que en ningún caso pensaban que iba a ser sencillo tener que apañarse con toda la tropa tan lejos de casa, no menos lo es ella ha querido compartir con sus seguidores una reflexión, o más bien un desahogo, sobre cuánto le está costando adaptarse al ritmo de vida que se le ha imprimido.
La última publicación es una muestra de cuanto de complicadas son las cosas cuando no se cuenta con el arropo del círculo íntimo para echar una mano en las tareas cotidianas. "Esta soy yo trabajando (foto1), y esta también soy yo cuando llego a casa 12 horas más tarde (foto 2 y video). En todas soy yo, con el mismo peinado, mismo maquillaje, pero 'escenarios' diferentes, comienza explicando antes de ahondar en ese grave problema de conciliación al que se está enfrentando..
"En nuestro trabajo, como en muchos otros y, como en esta sociedad en general, la conciliación es dificilísima… A veces, de hecho, imposible", continúa explicando en ese sentido antes de proseguir, explicándose, para que todo el mundo pueda conocer a qué se enfrenta: "Y es entonces cuando Marc o yo tenemos que renunciar a ciertos trabajos para poder seguir criando a nuestros retoños. Me ENCANTA mi trabajo y ME ENCANTA ser madre, pero a veces, con los horarios que tiene nuestra profesión, los viajes y la falta de rutina, resulta muy difícil compaginarlo todo. Y, en mi caso, reconozco que me resulta imposible dejar de 'ser madre' en el trabajo (no soy capaz de dejar de estar pendiente del móvil, por si pasa algo o simplemente para saber si 'han comido/dormido bien', si se han 'tomado la medicina',…) Y, por otro lado, tampoco puedo dejar de 'trabajar en casa' (repasando texto mientras les baño y contestando whatsapps, llamadas y mails a todas horas…)".
Sentimientos encontrados
Es entonces cuando llega esa parte en la que hace un acto de confesión: "Bff… A veces siento que 'no llego' y, si a eso, le sumas el poco tiempo que queda para atender a tus amig@s, a tu familia, a vosotr@s, que sois la 'otra gran familia' y a tu pareja… Es un sentimiento de culpa continuo por querer estar al 200% en todas partes y sentir que no llegas a nada…¡Maldita exigencia!". Pero, más allá de ese derecho a descargar la presión, también tiene unas palabras de cariño y reconocimiento a su pareja, a quien da el valor que le corresponde dentro de todo este puzle en el que se ha convertido su vida.
"Marc Clotet y yo, a veces hablamos de lo felices que éramos, también, antes de tener hijos, de lo 'libres' que éramos y de lo 'sencillo' que era todo Pero luego llegamos a casa después de un día intenso de trabajo y Lia y Neo nos reciben con esa ilusión e inocencia (como perdonándote que lleves 12h desaparecido) y os prometo que no hay nada comparable…", son esas palabras tras las que lanza las últimas frases de un 'post' que invita a una profunda reflexión: "Y ya en la cama, con las luces apagadas y los “terremotos” durmiendo, nos decimos en bajito: 'Lo estamos haciendo bien…'. Y nos apretamos la mano, cómplices, dándonos la fuerza necesaria para comenzar de nuevo al día siguiente. Y es que somos unos afortunados por podernos dedicar a lo que amamos, por tener salud, amor y un equipo, familia y amig@s maravillosos que lo entienden todo y ayudan a hacerlo posible. A todos, GRACIAS".
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