María Castro se rompe tras ser criticada por dar a luz por cesárea: “¡Por supuesto que la parí!”
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María Castro coincidió hace unos días con una vecina que no conocía a su segunda hija, ya que nació en plena pandemia, y cuando se la encontró y escuchó sus palabras, se rompió por completo. “Y después de mostrarse muy riquiña con la niña, no sentí que lo fuese tanto conmigo, cuando hizo la siguiente pregunta…”, ha comenzado relatando. Y es que la pregunta no fue otra que si “a esta la pudiste parir, ¿o también eligió el camino fácil y fue cesárea?”, algo que le dejó completamente paralizada y sin capacidad de reaccionar.
“Me quedé tan bloqueada, que fingí prisa y tener que irme, para darme así un tiempo para pensar en lo que me había preguntado y madurar la respuesta… ¡Aunque la tengo clara! ¡Por supuesto que la parí! ¡Y no a una! ¡A dos! Quizá de la forma más agresiva que hay, pero la única posible según mis circunstancias”, ha expresado con mucho dolor. Y se ha preguntado qué es eso del camino fácil, cuando no lo es en absoluto. “La cesárea debe ser la única operación en la que al día siguiente, abierta en canal, no sólo te piden que te levantes, si no que te hagas cargo de una personita que te necesita 24/7”, ha continuado.
María Castro y su reflexión sobre la cesárea
El primer parto de María Castro acabó en cesárea por obligación porque su hija Maia venía sentada, algo que le dejó con las ganas de un parto natural, que intentó con su segunda hija hace un año pero tampoco consiguió al tener una cesárea previa y ser un parto provocado por razones médicas. “No pudo ser. Las cuatro horas que me dieron de margen (con cesárea previa, si pasa demasiado tiempo, o las contracciones son muy fuertes, puede haber riesgo de desgarro de útero), no fueron suficientes para dilatar lo que se esperaba”, ha recordado, removiendo todos los sentimientos que experimentó en ese momento.
“No tenemos más tiempo María, hay que abrir otra vez”, le dijeron los médicos, algo que le hizo romperse por completo y brotar en lágrimas. “Lloré, ¡si os soy franca! Aunque rápido y todo junto (yo soy así, de llorada corta). ¿Y por qué lloré? Porque quería vivir otra experiencia diferente a la otra cesárea, (por si era mi último parto) y también porque necesitaba recuperarme rápido de esta segunda aventura; ya que nuestra vida de cuatro estaba a punto de empezar”, ha expresado con total sinceridad, dejando claro que no lloró por el hecho de no “conseguir parir otra vez”, como le aseguró esa vecina que le ha llevado hasta esta reflexión.
La reacción de María Castro a su segunda cesárea
“Tan sólo acerté a decir: “está bien, tú mandas, pero entonces me la sacas pelirroja… (ya ves tú)”. Y ya con una sonrisa, nos fuimos a quirófano, sabiendo que cada vez que viese la sonrisa que ahora está pintada en mi barriga, recordaría con lágrimas (pero de las de felicidad) el día que cada una de nuestras hijas decidieron llegar al mundo por la puerta grande”, ha recordado María Castro, poniendo sobre la mesa cómo reaccionó cuando le dijeron que tenía que volver a dar a luz por cesárea, quitándole hierro al asunto como buenamente pudo. “Así son ellas. Menudas!”, ha concluido, haciendo referencia a sus dos hijas que son lo más importante de su vida.
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