María Castro cuenta su agridulce experiencia en el parto de su hija Olivia: “Había riesgo de desgarro”

El parto de María Castro no fue como ella soñaba pero lo importante es que todo salió bien y que tiene a su bebé en sus brazos
María Castro cuenta su experiencia en la cesárea de su hija Olivia
Redactora CADENA 100

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María Castro es una mujer muy optimista, siempre con la sonrisa por bandera. Pocas cosas le borran esa felicidad que se refleja en su rostro y su manera de afrontar la vida y las dificultades es digna de admirar. La actriz tenía muy claro que quería que su segunda hija no naciera por cesárea como lo hizo su pequeña Maia, pero la vida tenía otros planes preparados para ella. Una experiencia que ha querido relatar en sus redes sociales, donde comparte sus vivencias con sus más de 600mil seguidores.

Y al final... ¡otra cesárea! Esta es mi última foto con barriga... (bueno ahora sigo teniendo barriga, pero al más puro estilo slime). Esta es la última foto en la que Olivia era nuestra, para, en unos minutos, pasar a ser del mundo… Esta es la última foto en la que Maia seguía siendo la bebé de la casa, para convertirse en hermana mayor... aunque de momento solo pueda ejercer vía telefónica…”, ha comenzado diciendo. Y es que, debido a la situación que vivimos por el coronavirus, tendrán que esperar a llegar a casa para que su hija mayor conozca a su hermanita recién nacida.

El parto de María Castro, una cesárea con final feliz

María Castro ha compartido una imagen realizada por su marido José Manuel Villalba en la que aparece sentada en la cama del hospital poco antes de dar a luz. “Esta es la última foto en la que monitorizada y con contracciones, guardaba aún la esperanza, de parir por vía vaginal…”, ha explicado. Un parto que le apetecía experimentar después de que su primera hija Maia naciera por cesárea, pero no ha podido ser. “Me apetecía irme a casa sin una operación mayor en el cuerpo. Me apetecía ayudar al bebé a entender que tras el canal del parto, le esperaba el mundo…”, ha dicho con cierta tristeza.

María Castro, apenada por no haber podido dar a luz en un parto vaginal

“Un parto programado, por necesidades de guion, y una cesárea anterior, de la que no conocíamos 100 por 100 el estado de su cicatriz, impidieron hacer otra cosa. Había riesgo de desgarro, y yo ya soy madre de una que espera en casa, así que no nos la podíamos jugar”, ha explicado. Aunque al principio se disgustó mucho por no poder conseguirlo, rápidamente se le pasó, solo fueron 5 minutos de enfado porque no podía permitirse otra cosa al saber que iba a ser madre. “Mi optimismo, el apoyo total de mi marido, la nueva bebé que esperaba pacientemente... Y la propia vida, nos hizo relativizar y decidir. No había tiempo y sí muchas ganas”, ha asegurado.

La salud de su hija, el mayor regalo para María Castro

Ese optimismo del que habla María Castro es una de sus mayores virtudes, y lo contagia siempre allí donde va. “Que sí, que ahora la operación me la llevo yo… ¿Pero qué importancia tiene? Cuando todo ha salido bien... Y yo, gallega y dura por naturaleza, tengo salud para soportarlo y una familia maravillosa en quien apoyarme”, ha comentado. “Ahora, me tocará tomarme la vida con calma… No estoy acostumbrada, ni apenas sé… Pero ¡todavía estoy a tiempo de aprender!”, ha concluido, quedándose con la parte positiva que es, sin duda, que su hija Olivia haya nacido con salud y el haber ampliado la familia junto a su marido, el amor de su vida.

María Castro

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