Los sentimientos encontrados de Helen Lindes siendo madre de dos: “Sentía que estaba engañando a mi hijo”
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Seguro que más de una vez te han dicho que la maternidad no es como te la han contado. Hasta que no experimentas por ti misma lo que significa tener un hijo no eres consciente de lo que significa. Y cuando llega el segundo, tu mente colapsa y piensas en cómo hacerlo bien para que ninguno de los dos eche de menos a sus padres porque están más pendientes del otro. Helen Lindes ha reflexionado sobre ello y ha dado unas contundentes declaraciones sobre lo que significa ser madre de dos.
La pequeña Aura nació hace cuatro meses y se convirtió en el centro de su vida y de la de su marido, Rudy Fernández y no fue tan fácil como pensaba. “Al principio sentía como si estuviera “engañando” a Alan con el nuevo bebé. Sé que es duro decirlo pero estoy segura que a más de una os ha pasado lo mismo. De repente te ponen en brazos a alguien que no conoces y al que tienes que dedicarte por completo y a tu hijo mayor, que ha sido todo para ti hasta ese momento, tienes que dejarle un poco de lado. Se te rompe el corazón. Es así. No es posible dividir tu corazón en dos de un día para otro, eso se va haciendo con el tiempo”.
“Durante los primeros días después del parto de Aura quise a Alan más que nunca. Me pareció que mi bebé había crecido una barbaridad en los tres días que había estado en el hospital. Pero afortunadamente poco a poco todo vuelve a la normalidad, o al menos te acostumbras a una nueva normalidad. Pero todo se toma su tiempo y los hijos necesitan del suyo”, ha relatado.
Para ella está siendo complicado estar lejos de su familia, ya que viven en Mallorca y ellos en Madrid. Esto, sumado a los viajes largos que tiene que hacer Rudy con su equipo de baloncesto, hacen que el ser madre de dos sea aún más complicado. “Afortunadamente gracias a la tecnología, Alan habla con su papá por videoconferencia dos veces al día y está al tanto de todos sus progresos”, ha explicado en su blog de la revista Hola.
Aura ha sido lo que se conoce como un “bebé trampa”, duerme mucho y no da guerra así que Helen puede disfrutar más tiempo de su hijo Alan, que a sus dos años y medio la necesita más que nunca. “Ahora mismo es el que más me exige y necesita. Y es que después de haber estado más de dos años dedicándome a él en exclusiva es muy dificil tener que compartirnos. Pero sé que es sólo una etapa y que poco a poco y con mucho mimo se irá adaptando e irá aceptando la nueva situación”.
Eso sí, la modelo ha querido acabar su reflexión de manera positiva y también ha querido hablar de la parte buena de ser mamá de dos: “Qué bonito es verles crecer juntos, ver la ternura con la que Alan trata a Aura y cómo ella se ríe con sus muecas y payasadas. Nunca pensé que fuera a llenarme tanto y sin embargo mientras les observo siento como si hubiera nacido sólo para vivir estos momentos”.
Gracias a la maternidad está descubriendo una parte de su personalidad que nunca había conocido y está encantada de haberlo hecho: “Ser madre no es fácil. Serlo de dos, menos. Pero me hace cada día más fuerte y más paciente. Qué gratificante es cuando sabes que lo estas haciendo bien, aunque solo sea en esporádicos momentos. Cuando ves que son felices y que te hacen feliz a ti”.
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