Las secuelas psicológicas que le quedan al hijo de Raquel del Rosario tras sufrir el ataque de un puma
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El pasado verano Raquel del Rosario nos dejaba con el corazón en un puño al desvelar que su hijo Mael, de tan solo 5 años, había estado a punto de morir en las garras de un puma que le había atacado con gran violencia. La cantante explicaba cómo ella, en un movimiebto puro de instinto, se lanzó a socorrerle. Durante estos meses, y tal y como también ha recogido CADENA 100, la que fuera mujer de Fernando Alonso ha mostrado algunas de esas cicatrices que se han quedado en el cuerpo del pequeño. Esas que le recuerdan el drama que estuvieron a punto de vivir, pero también con las que celebrar que tan solo quedó en un susto.
Sin embargo, parece que hay otro tipo de consecuencias con las que el niño aún sigue lidiando. Ha sido ella misma quien se ha abierto ante sus 'followers' de Instagram para poner el acento en las secuelas psicológicas contras las que lucha a día de hoy, muchos meses después de ver cómo el animal se avalanzaba sobre él. Y lo ha hecho a través de sus 'stories', en una de esas rondas de preguntas que tan de moda están y que sirven para conocer en profundidad a diferentes personalidades.
Las dos preguntas que le lanza alguien de quien se desconoce la identidad dejaban lugar a dudas, porque el interrogante pretende saber cómo está "su hijo" para, seguidamente, también interesarse por ella. Con mucha amabilidad y elegancia, Del Rosario responde: "Supongo que te refieres a Mael". Una vez aclarado este punto, se lanza a poner sobre la mesa esos problemas psicológicos a los que acabamos de aludir: "Físicamente está bien y psicológicamente le está costando un poco... Desde hace unas semanas no quiere ir ni al baño solo y está con muchos miedos a flor de piel. Tiempo, paciencia y amor", remata, poniendo el acento en esos tres pilares sobre los que está tratando de edificar la normalidad de ese niño al que le va a costar mucho superar el trauma que marcó su verano.
Amor incondicional por los animales
Lo curioso, tal y como Raquel ha explicado en más de una ocasión desde ese trago amargo que hizo que sacara la fuerza instintiva que tiene toda madre, es que Mael sigue teniendo una pasión desmedida por los animales. Tanto es así que, hace no mucho, adoptaban a una gatita, Lyra. Ella misma contaba cómo lo había hecho por su hijo, como ayuda para superar esos miedos que ahora le asolan, pero que, no nos cabe duda, será capaz de dejar atrás con el paso del tiempo. "Lo hice por Mael. Ahora estoy enamorada y súper conectada a este ser mágico. Los niños están celosos. Y milagrosamente se me ha pasado la alergia", contaba sobre ese felino que ahora les acompaña en casa.
De hecho, la artista compartió una imagen del niño durmiendo junto a la gata, a quien calificaba como "la guardiana de sus sueños", y añadía una explicación de lo más tierna: "Trabajo a diario en soltar el control y confiar en que la vida tiene sus planes y mi papel principal es ofrecerles amor y protección". No nos cabe la menor de las dudas de que lo conseguirá, aunque sea a base de mucho trabajo y de ese amor que nunca falta en ese hogar y del que enseña alguna que otra pincelada de manera recurrente.
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