La incansable lucha de Laura Baena, de Malasmadres, por la conciliación: “Esto no es conciliar, es renunciar”

Hoy, 15 de mayo, no solamente es el día de San Isidro, patrón de Madrid, sino también el Día Internacional de la Familia, un día para celebrar ahora que la mayoría estamos lejos de nuestros seres queridos. Y una petición que está cogiendo fuerza en las redes sociales en esta jornada dedicada a las familias, es a favor de la conciliación, algo que si antes ya era complicado, ahora lo es aún más con la crisis del coronavirus.

La pandemia nos pilló a todos por sorpresa y son muchos padres con hijos los que se han visto obligados a teletrabajar con sus hijos en casa, algo que parece sencillo pero que no lo es tanto. Ahora que poco a poco estamos volviendo a la normalidad y que parece que no se van a abrir los colegios, muchos de esos padres tienen que volver al trabajo y no tienen con quién dejar a sus hijos. Los abuelos han dejado de ser una opción ya que forman parte de la población de riesgo y no podemos ponerlos en peligro. Por eso hay que buscar una solución.

Laura Baena, de Malasmadres, y su lucha por la conciliación

Laura Baena cuenta con un club de ‘malasmadres’ de casi medio millón de seguidores en su cuenta de Instagram. Un número que va aumentando poco a poco porque cada vez son más las madres y padres que se suman a su lucha por la conciliación. Son muchas cosas las que ha conseguido hasta el momento gracias a la fuerza que ha ejercido sobre los dirigentes políticos, pero todavía queda mucho camino por recorrer.

Anne Igartiburu, Eva González, Noemí Galera, Zahara, Patricia Montero, Toni Acosta, Silvia Abril, Almudena Navalón, Tania Llasera, Sara Carbonero, María Castro, Dafne Fernández, Alba Carrillo, Carlota Corredera o Verdeliss son algunas de las madres famosas que forman parte de su comunidad de seguidores, a la que también se suman muchos más como Octavi Pujades, Sandra Baneda, Chenoa o Itziar Castro. No hace falta tener hijos para darse cuenta de la importancia de la conciliación en la sociedad y todos ellos, junto con el resto de seguidores con los que cuenta, luchan junto a ella cada día para encontrar una solución a la conciliación entre el trabajo y la familia.

‘Esto no es conciliar’: la propuesta de Laura en el Día de las Familias

Debido al estado de alarma en el que nos encontramos, está siendo mucho más complicada la conciliación para muchas familias al no tener la ayuda de los abuelos y tener que trabajar desde casa con los niños o tener que volver al trabajo sin posibilidad de dejarlos en colegios o escuelas infantiles. “Se nos carga con la responsabilidad sin ofrecernos ninguna solución y al final acabaremos renunciando y las que renunciamos siempre somos nosotras”, ha empezado explicando.

“Los abuelos y las abuelas, los colegios y las escuelas infantiles ahora no pueden cargar con el peso de la conciliación inexistente en este país. Entonces, ¿ahora qué hacemos? Porque esto NO es conciliar. Esto es renunciar”, ha reivindicado. Es por ello que está recogiendo firmas para encontrar una solución a este problema porque su lema “yo no renuncio” lo deja bien claro. No hay que dejar el trabajo o pedir una excedencia si no es estrictamente necesario o por voluntad propia para tener que cuidar de tus hijos.

La historia de Laura Baena, creadora del club de Malasmadres

Laura Baena acaba de ser madre de su tercera hija y está más concienciada que nunca con la conciliación. Cuando tuvo a su segunda hija se dio cuenta de lo complicado que era trabajar tantas horas y no poder disfrutar de su familia, por lo que decidió emprender un nuevo camino creando su propia empresa y siendo autónoma. Tampoco está siendo un camino fácil, pero cada día lucha porque en el futuro nadie tenga que renunciar a su trabajo para poder tener hijos y formar una familia.

Cada día muestra su realidad en las redes sociales y da apoyo a otras madres y padres que lo necesitan, sobre todo en estos momentos tan complicados. No ha tenido problema en mostrar su tripa posparto o en contar lo complicado que es trabajar con un bebé en brazos y dos hijas más revoloteando por la casa y pidiendo la atención de su madre. Su mensaje es claro: “yo no renuncio”, unas palabras cada vez más extendidas y que están calando muy hondo en la sociedad.

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