Cómo ganar una discusión en 4 sencillos pasos

Mateo y Andrea te cuentan como vencer en una discusión con tu pareja.

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Cómo ganar una discusión en 4 sencillos pasos

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Andrea no es que ame discutir con su chico, pero a veces le gusta echarle alguna bronquilla. Hace poco discutieron por una chorrada. Según su pareja, Andrea suele dejar las llaves en cualquier parte de casa y eso que tienen un llavero nada más entrar por la puerta. Nadie ganó porque fue por teléfono y la mejor solución fue colgarse mutuamente. Ahora, le encartaría ganar la próxima discusión.

Como Mateo es un experto, se ha enterado de “los 4 pasos que hay que hacer para ganar cualquier discusión” y no se las ha inventado él, si no que es una técnica revelada por el equipo campeón del mundo en debate universitario. Lo primero es dejar que la otra persona se canse de hablar, escucha mientras te tomas una tila y así podrás rebatir con un argumento mucho más sólido. Estos argumentos tienen que tener la combinación perfecta entre racional y emotivo. Por eso Andrea sabe que para la próxima vez tiene que decir “cariño ya sabes que soy muy despistada … pero es por ti, lo que hace que se me vaya la olla". Seguro que lo dejas KO.

Cuenta las cosas como si le estuvieras contando un cuento a un bebé. Es decir, todo tiene que tener su introducción, nudo y desenlace. ¡Y todo con mucha calma! Gritar no vale de nada. Así que ya sabes, saca el arma secreta de Andrea: los pucheritos.

A pesar de ello, si aún no lo has conseguido, en Mateo y Andrea te contamos otros trucos que te van a venir genial para ganar la próxima discusión con tu pareja o con tu peque:

  • Sorprende con una pregunta abierta. Si de repente lanzas una pregunta tipo: “¿Te gusta tu trabajo?” “¿Cómo quieres que sea tu vida en tres años?” Le hará pensar y dejar su mente abierta para que la discusión se transforme en cooperación. Pero no te olvides del contexto de la discusión, no sea que a tu jefe le preguntes sobre la paz en el mundo.
  • No mires demasiado a los ojos. Tu pareja puede tener los ojos más preciosos del mundo, pero si miras fijamente durante un largo periodo de tiempo mientras discutís tiene menos posibilidad de cambiar de opinión. ¡Nosotros pensamos que era lo contrario, pero no!
  • Juega con tu tono de voz. ¡Acaricia su alma y se derretirá! Un tono cercano, pero no invasivo, hace que no hieras su sensibilidad y así sus alertas defensivas descienden. No importa sólo lo que dices, sino cómo lo dices.
  • Un aliado nunca viene mal. Si hay varias personas que piensan diferente a la otra persona y parecido a ti, lograrás tener mayor credibilidad y darás la sensación de que la otra persona está equivocada. ¡Ojo! Infórmate bien para no quedar mal ante los demás.

Intenta llevar a la práctica estas herramientas y verás como ¡todos los días pueden ser tu cumpleaños!

CADENA 100