Cómo cumplir esos propósitos pendientes

Que levante la mano quién no haya dicho alguna vez: “debería ponerme con esto o debería ponerme con aquello” y luego nunca lo ha hecho. Andrea es la típica persona experta en este tipo de cosas.

Pues lo hacemos mal. Utilizar la expresión “debería” no nos hace ningún favor. Lo dice un artículo que Mateo ha encontrado hoy en Cribeo. ¿Por qué? Porque nunca lo haces y eso te frustra.

¿Qué hay que hacer entonces? La clave está en cambiar tu forma de pensar. Convertir los “deberías” en “voy a hacerlo”. Por ejemplo: “Mañana empiezo a hacer deporte”.

Andrea ha dicho que “el deporte es mi ‘debería’ eterno… pero hijo, nunca me parece un buen momento para empezar a hacerlo. Todo me parece una buena excusa para dejarlo de lado”.

Las excusas son que hoy llueve, que hoy ha hecho frío o que incluso se ha dado un paseo yendo al trabajo y ya cree que ha hecho todo el deporte que necesitaba.

A Mateo le pasa con la cocina. Lleva toda la vida diciendo “debería ponerme a cocinar”, pero nunca termina de hacerlo. Andrea se ríe de él diciendo que lo único que cocina Mateo son ensaladas. Eso sí, debe de tener cualquier análisis que le hagan como el de un quinceañero.

Y en Mateo y Andrea hemos querido sentirnos un poco mejor con nosotros mismos y te hemos preguntado por cuáles son esos “deberías” que nunca cumples.

Hay unos cuantos que nos habéis contado que deberíais ahorrar pero que nunca se ponen a ello. Nosotros tampoco sabemos lo que es ahorrar.

A Martín le hemos pillado trabajando y nos ha contado que mirando hacia alrededor se ha dado cuenta de que su debería es el de ordenar la oficina, porque año tras año va acumulando papeles, bolis… y ahora más que un cuarto de seguridad, parece el mercado del rastro.