El último de la fila presenta disco de estudio casi 30 años después: "Nació en el momento del carajillo"

Se llamará 'Desbarajuste piramidal' y, para los nostálgicos, es un pelotazo. El último de la fila, vuelve. O lo que es lo mismo, Manolo García y Quimi Portet se han unido para dar forma al primer álbum de estudio en casi 30 años. Porque si bien es cierto que se lanzó uno de directo en 2016, para encontrar ese último trabajo grabado en estudio hay que irse hasta 1995 y 'La rebelión de los hombres rana'. Pero, como decimos, tienen proyecto y este mediodía se lo han presentado a la prensa en la Sala Galileo, en Madrid.

"El nombre del disco nació en el momento del carajillo después de comer. Surgió la palabra 'desbarajuste' y después surgió 'piramidal'", explica Portet, antes de que su compañero hiciera un añadido dentro de este juego que no deja de tener su punto a los comienzos y que marcará la línea de los nombres de las canciones que formarán parte del 'tracklist': "Ha sido una tarea recopilatoria de palabras en desuso. Ha habido una intención lírica siempre en nuestras canciones".

La nostalgia

"Hace años no pensábamos volver. Volvimos prácticamente sin querer", comenzaba Quimi explicando el origen de que estuvieran en ese momento hablando de regreso: "Fue en un homenaje a Ángel Casas, que nos sacó de la oscuridad de esos primeros grupos: Los Rápidos, Los Burros... Así que interpretamos una canción. Nos reunimos para grabar una maqueta y, lo pasamos tan bien, que decidimos volver". Manolo hace un recordotario, por si alguno se le había ido de la cabeza ese pequeño mano a mano de no hace tanto: "2015-2016 compartieron escenario y cantaron algunas canciones juntos. Pero nos negábamos a volver juntos porque pensábamos que ya estaba todo dicho. Hay que dejar siempre comida en el plato, no se puede rebañar hasta el final".

Eso sí, para quienes piensen que estamos ante el principio de una segunda parte con todo su empaque, ya nos quitan las ilusiones: no, no hay planes de que vuelva El último de la fila. Aunque Manolo hace una pequeña apreciación: "Las canciones ya no se van, son ese gran logro de la humanidad. Son de todos. No hemos vuelto... Pero porque tampoco nos hemos ido". Su compañero hace una apreciación a mayores: "No lo llamamos una vuelta, lo llamamos un disco". Y para terminar con las ilusiones del 'revival', García añade: "No va a haber gira de "El Último de la Fila", aunque sí de Manolo García. Pero no tiene que ver... Llevamos dos años y pico preparando esto y hasta hace poco no sabía si iba a volver o no".

Consejos a sus 'yos' de 20 años

¿Cómo fue la selección para saber qué incluir y qué no en este 'Desbarajuste piramidal'. "Empezamos a buscar por los primeros discos... Y es que la mayoría de canciones del disco son de los primeros álbumes. Elegimos 24 canciones", explica Quimi antes de que entre, de nuevo, el otro 50% del grupo: "Llevábamos 25 años sin que existiera El Último de la Fila, pero durante esos años hemos estado aprendiendo por separado. Estamos aportando cosas nuevas. Formas menos alocadas de hacer música, sin perder esa ingenuidad". O lo que es lo mismo y tal y como se encargan de recalcar: "Estamos aquí porque seguimos queriendo la música. Hay que pagar facturas, pero la música es la que manda".

Sobre los consejos que le darían a sus 'yos' de 20 años, Portet toma la palabra: "Ninguno, porque si llegan a tener a un calvo de 66 años que le hubiese dado un consejo, no le habrían hecho caso. Les salió muy bien". Fuera de bromas, añade: "El humor es básico para la humanidad. El humor es la anarquía que surge en determinados instantes. El humor es una de las mejores cosas que existen para cuidar de nuestra salud mental". Es entonces cuando Manolo echa la vista atrás para tirar de anécdota: "Uno de nuestros artistas, Juan Carlos, gaditano de La Línea de la Concepción, llevaba en la furgoneta de las giras una carpeta llena de chistes que nos daba la vida".

Aún quedaba tiempo para alguna reflexión más: "En nuestro oficio hay una regla sagrada: el trabajo en equipo disimula los defectos y potencia las virtudes. Pero el trabajo en solitario potencia los defectos y disimula las virtudes. El Último de la Fila es un monstruo que tiene una autonomía extraña, no es 'Manolo García y Quimi Portet'. Y si hay algo que permite que se hayan unido para este proyecto único -porque no eran pocas las veces a lo largo de la rueda de prensa que se encargaban de remarcarlo-, Manolo tiene muy claro qué ha sido: "Hay una parte en las parejas que funciona para nosotros. La admiración. Esa admiración me aporta y me hace crecer. Yo vi tocar a Quimi desde la trasera de un camión. Yo estaba allí con 'Los Rápidos'. Vi tocar a Quimi y tuve claro que tenía que hacerlo. Al terminar, me acerqué a él en la barra del bar y le dije que necesitábamos un guitarrista".