A Melendi le falla el micrófono y el WiZink protagoniza un momentazo mágico: así fue su concierto en Madrid

El asturiano pasaba con su gira '20 años sin noticias' por la capital y regalaba uno de esos 'shows' cargados de nostalgia y números 1
Melendi pone el WiZink Center a sus pies al paso de su gira de 20 aniversario por Madrid
Cordon Press

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20 años bien se merecen una celebración por todo lo alto. Melendi lo sabe y, por eso, más allá de reeditar los números 1 de aquel álbum con el que se dio a conocer, 'Sin noticias de Holanda', ha montado un tremendo 'show' alrededor del mismo. Una gira que le ha servido para volver al Oviedo de su alma, con tres llenos que le demostraban que es profeta en su tierra, pero también para recorrer otros puntos de la geografía nacional en los que cuenta con el mismo cariño. Por ejemplo, Madrid, donde se metía en el bolsillo a la gente en la noche de este lunes desde los primeros compases de ese 'Sin noticias de Holanda' que es origen de todo.

Y el punto de partida para una retahíla de canciones de esas que nos llevan a viajar hasta lo más profundo de nuestra nostalgia, mezclando álbumes y repertorios, compensando los momentos de subidón con esos más 'valle' en los que dejar fluir las emociones. De 'Piratas del Caribe' a 'Con la luna llena'; de 'Quisiera yo saber' a 'Llueve' o 'Loco'. O a 'Tocado y hundido' para elevarnos con un clásico de esos inicios canallas como lo es 'Vuelvo a traficar'. Porque una de las voces más representativas de la mejor variedad musical que escuchas en CADENA 100 tiene las tablas suficientes como para pasar de 'Entre la ropa sucia de Cupido' al mensaje vitalista de 'Caminando por la vida'.

Él, que ha puesto banda sonora a varias generaciones -y lo sigue haciendo, aglutinando seguidores de distintas edades-, sabe de la importancia de esos 'sampleos' de los que vienen apretando fuerte por detrás en la industria. Así que, ¿cómo no agradecer a Saiko que haya usado 'Un violinista en su tejado'? "La ha acercado para que las nuevas generaciones la conocieran", comenzaba con ese discurso plagado de agradecimiento. "Yo tengo esperanza en la juventud", continuaba antes de dirigirse a las nuevas generaciones tanto de consumidores de música como autores de la misma: "El futuro está en vuestras manos". Antes de empezar a entonar esa canción que todos nos sabemos de memoria, se acercaba a para coger un libro con el que le obsequiaba una fan en primera línea. Pequeños detalles de naturalidad que le han permitido ser quien es a lo largo del tiempo.



'Barbie de extrarradio' o 'Billie el Pistolero' salían a escena como 'teloneras' de ese 'Cenizas en la eternidad' que contaba con una presentacion especial. Una de esas con las que el artista nos invita a reflexionar en una demostración de que se ha centrado y está muy lejos de la imagen que presentaba cuando comenzó en este largo camino por el que lleva dos décadas recorridas: "Los sueños son como una cometa... Hay que dejarlos fluir como el aire. Y nunca hay que recoger la cometa, porque te cierran mil puertas, pero si tú sigues, te encuentras con personas que te las abren".

Conexión con su público

'La promesa', 'Un recuerdo que olvidar', 'Sé lo que hicisteis', 'Mi rumbita pa tus pies', 'Hablando en plata', 'Cheque al portamor'... Era imposible echar de menos nada, porque Melendi lo estaba dando todo. Y, de nuevo, un guiño hacia esos fieles que le han permitido estar donde está: recogía un cartel que le hacían llegar desde la grada. "Ramón, hemos hecho 1.000 kilómetros para verte". Los autores de estas letras trataban de decirle algo que él no terminaba de escuchar. ¿Su reacción final? "No entiendo nada, pero me lo creo", decía con esa fe ciega que tiene en sus incondicionales.

Melendi pone patas arriba Madrid a su paso con la gira 20 años sin noticias

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Tanta como para sacarle de un apuro cuando la técnica te juega en contra. Justo cuando iba a cantar 'Tú jardín con enanitos', fallaba el micrófono. Pero no pasaba nada, porque la introducción era interpretada a capella por un público completamente entregado. 'El Nano' era otra de esas piezas con la que llenar de calor una de las primeras noches frías de este casi invierno en la capital. Aunque, sin duda, para cálido, esos acordes iniciales del 'So payaso', de Extremoduro, como preludio a 'Arriba Extremoduro'. Tras 'Canción de amor caducada', daba por finalizado el 'show'....

...hasta que se le obligaba a cumplir con los bises de rigos. Un par de ellos. Lo justo para no dejarnos con la miel en los labios y recordar algunas frases míticas de sus temas más emblemáticos. Porque eso era lo que hacía: un 'medley' a modo de agradecimiento antes de cerrar una de esas noches mágicas en el WiZink Center al ritmo de 'Lágrimas desordenadas'.

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