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Andrea Borrás y lo que inspiró su primer álbum: "Todo fue porque conocí a Rozalén"

Andrea Borrás ha estado con Hueso en CADENA 100

Vino desde Alicante la semana pasada, aunque vive aquí en Madrid. De hecho, el miércoles pasado puso una historia en su Instagram diciendo: "¡hola! Si alguien quiere venirse el finde a Madrid, ¡ya sabe!". Y se plantó aquí, en este estudio de Cadena 100. Ella es Andrea Borrás. Y es así de espontánea en sus redes sociales, poniendo mensajes de ese tipo. Si no conoces a Andrea Borrás, tienes que saber que no entiende la vida sin música. "Me dicen hace 15 años que yo iba a estar dedicándome a la música y no me lo habría creído nunca. Por supuesto que quería dedicarme a ello, pero era un sueño". Un sueño que no creía conseguir por el que ella llama "síndrome del impostor", es decir, pensar que no estás hecho para la música. Lo que pasa es que poco a poco se fue dando cuenta de que sí que valía para ello. ¡Y tanto que vale!

Sus inicios en la música

Todo empezó como cualquier niño que sueña con ser cantante. Con un mando o un peine en la mano simulando un micrófono e imaginando ser cantante delante del espejo. Cantando, eso sí, sus canciones favoritas, las de La Oreja de Van Gogh. Un grupo al que está muy ligada. Otro de sus "juguetes musicales", además de una guitarra con la que empezó, fue un teclado en el que se iluminaban las teclas para ir tocándolo y aprendiendo. Eso sí, Andrea siempre quería más. Por eso empezó a aprender más con tutoriales en Youtube tanto de guitarra como de piano. "No para ser guitarrista ni pianista, ni mucho menos, pero sí para acompañarme y para escribir".

Aunque lo había intentado con clases. "Me apunté a clase de piano. La profesora me hizo cantar las notas que ella iba tocando y lo pasé fatal, me daba mucha vergüenza. Al salir de clase, le dije a mi madre que no iba a volver. Y no volví". Eso sí, gracias a unos amigos empezó a cantar, aunque no como ella esperaba, sino que le hicieron una encerrona. "Hablaron con los músicos sin que yo lo supiera y les dijeron que tenían una amiga que cantaba para sacarme con ellos en una jam session". En ese momento, ella subió sin mirar al público y al terminar de cantar, la gente aplaudió, no había tomates en el escenario y vio que podía subirse al mismo y hacer disfrutar a todo el que escuchara su voz. Una voz maravillosa que puedes escuchar en su último trabajo, "Se para el mundo", que lanzó el pasado viernes.

Aunque empezó haciendo versiones en hoteles y restaurantes con un dúo. Eso sí, si pensabas que las capacidades de Andrea estaban limitadas a la interpretación musical, estabas equivocado, ya que lo primero que hizo fue bailar. "Con tres añitos me apuntaron a baile y estuve hasta los 18 o 20 en una escuela en Campello, la de Jessica Fabra. Lo que pasa es que entre los estudios y los dolores de espalda que tenía, tuve que dejar el baile a un lado. Eso sí, en una fiesta me ponen una sevillana y ya está, me arranco". Todo esto culminó en "Mía", su álbum. "Todo fue porque conocí a Rozalén y me llegó muchísimo. Entonces pensé que quería llegar a la gente a través de mi música". Y esas canciones las plasmó en un disco que grabó en directo, con todos los músicos.

SU OTRA INSPIRACIÓN DESDE QUE ERA UNA NIÑA

La vida y música de Andrea Borrás no se puede entender sin La Oreja de Van Gogh. Ha tenido una historia de amor hasta conocerlos. En el año 2009, cuando ella era súper fan de La Oreja de Van Gogh, se acercó a un concierto desde antes incluso de que montaran el escenario. "De repente salieron dos hombres del recinto y nos preguntaron a ver dónde podían comprar algo para comer. Nos preguntaron a ver si estábamos esperando al concierto. Nos dijeron que eran los mánagers de La Oreja y que nos fuéramos a la playa, que ellos nos pasaban después las primeras". Y así fue. De hecho, luego pudieron entrar en el camerino a hacerse fotos con ellos. Esto fue gracias a Ander, que es como se llamaba el chico.

Pero la historia se cierra muchos años después. Y es que Andrea volvió a contactar con La Oreja de Van Gogh después de subir este vídeo a su cuenta de Instagram. Le invitaron a un concierto de ellos en Alicante y pudo pasar después al camerino otra vez. "Salió un hombre a buscarme y oí que le llamaban Ander. Le pregunté a ver cuántos años llevaba trabajando con La Oreja de Van Gogh y me dijo que más que yo viva". Y al enseñarles a todos las fotos, se sorprendieron muchísimo.

Andrea estudió además Protocolo. Y por eso, hemos querido hacerle un test sobre protocolo internacional. E incluso nos ha cantado en directo una de sus canciones: "Fuego artificial". Si quieres disfrutar de ambas cosas, solo tienes que darle al PLAY.

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