La historia del nombre de Alaska: "Me pusieron el nombre por error"

Alaska ha estado con Hueso en CADENA 100

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La historia del nombre de Alaska: "Me pusieron el nombre por error"

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Fangoria ha decidido pasar el domingo por la mañana en Hueso, en Cadena 100. Pero sólo un 50% de la agrupación. Nacho Canut ha tenido que ausentarse, pero Alaska no podía perderse esta cita. La excusa es impecable: el dúo ha decidido sacar a lo largo del tiempo tres EPs. El primero nos lo presentaron hace ocho meses y el segundo ya lo tenemos con nosotros. Su nombre “Edificaciones Paganas”. Llevamos unas cuantas semanas escuchando “Mi burbuja vital” en Cadena 100. Sólo es la primera de cinco canciones que Fangoria nos ofrece en este disco.

SU MÚSICA Y ELLA

Si algo sabemos de Alaska es que es una mujer con las ideas muy claras, y que le iba a ir bien en el mundo de la música se veía venir de lejos: “Tenía una idea de negocio que era Drug Store, un recinto donde lo mismo te cortaban el pelo que te vendían una revista o te tomabas un café. Fantaseamos en la adolescencia pegamoide con tener ese local, que hoy en día existe en Madrid. Eran fantasías de niños, hay que tener en cuenta que los Pegamoides duramos solamente dos años.” Una bonita idea que se quedó aparcada en el pasado: “En este momento de mi vida no tengo más tiempo.” Y es que el mundo de Alaska es el mundo de la música. Muestra de ello, cómo ha ido evolucionando su carrera (y mermando el número de integrantes de sus grupos): “Al principio fuimos Kaka Deluxe. Eramos siete y de ahí surgió Pegamoides que fuimos 5. Cuando cambias de número de personas no tiene sentido llamarse igual. Con Dinarama eramos tres y cuando hubo separación hubo que cambiar. ¡Ahora somos dos, Nacho y yo! Ya no hay la ley menor. Lo siguiente, es en solitario. Pero no nos lo hemos planteado nunca.

Y eso que su nombre brilla con luz propia. A pesar de que en la última década no es tan descabellado dirigirse a ella por su nombre real (algo que no termina de gustar a Alaska), a pesar de que tenía que haberse llamado de otra manera: “Me pusieron Olvido por error. Mi padre le dijo a mi madre que me iban a poner Olvido por su madre. Pero al tiempo descubrimos que Olvido era su hermana, su madre se llamaba María. Un error... aunque tal vez lo hizo aposta.” ¡Esperamos que haya mucho Fangoria por delante! Con ellos viajamos a distintos puntos de nuestra historia y disfrutamos de estilos que aparentemente no casan con el dúo: “Hay un poco en 'Burbuja Vital' de los años 70". Hueso en Cadena 100 ha aprovechado para conocer a Alaska un poco más en un aspecto que gusta mucho a la cantante: en la cuestión culinaria: “Soy como un niño, si es vegetal lo como, sino me muero del asco. Y mi plato favorito son las patatas fritas que no es lo que más suelo comer. Me limito a comer verduras y barritas. Tengo que comer cosas que no estén buenas porque sino como y como. No tengo fin.” Tanto es así, que le hemos planteado cuál sería el menú con el que comería toda la vida y lo tiene claro: “De primero sopas y cremas, estilo gazpachos, ajo-blancos, cremas de verduras... platos de cuchara, como la fabada. De segundo pasta con patatas fritas (al lado). Y de postre, me vale con tiramisú, tarta de queso o brownie. Y para beber, sidra.”

LA MOVIDA

Para muchos, Alaska es sinónimo de la famosa movida madrileña, de finales de los 70 y comienzos de los 80, a lo que la cantante responde: “Yo no creo que hayamos cambiado tanto en la movida. Era adolescente, hicimos el 'dios los cria y ellos se juntan'. Ese mundo estaba lleno de grupos que no teníamos nada que ver entre nosotros. Una época para recordar. La gente la tiene idealizada como yo tengo idealizado el Nueva York del 78 con Andy Warhol en la Factory. O el Studio 54. Si lo ves desde fuera parece otra cosa, pero hay que vivirlo”.

¿Y qué hay de la ropa? Alaska es reconocida por múltiples rasgos estéticos y la forma de vestir es uno de ellos: “Y tengo un problema grave. Guardo mucho, no tiro nada. Porque para mí no pasa el estilo.” Y si somos más concretos, hay utensilios relacionados con las prendas de los que la cantante no puede ni oír hablar: “Los botones me dan asco, cambiemos de tema. Es una fobia. Tengo otras, pero aunque la gente lo piense, volar no es una fobia, es un acto de sentido común: ponerte a volar en una cosa grande no cuadra, no me siento cómoda. Nada de montañas rusas, ni siquiera virtuales.” ¿Cuál es el sueño más extraño que ha tenido? ¿Qué tatuaje se haría si le obligaran? ¿Con qué tres personas te irías a una isla desierta sabiendo que no te van a rescatar? Conoce un poco más a Alaska y a Fangoria viendo la entrevista completa. Dale al PLAY y no te pierdas detalle.

CADENA 100