¿Reconoces a alguien pero eres incapaz de recordar su nombre?

Seguro que más de una vez has coincidido con alguien y has sido incapaz de recordar su nombre aunque conocieses perfectamente su cara. En ocasiones, no es necesario que pase mucho tiempo sino que nos acaban de presentar y ocurre de forma inmediata. ¿Te ha pasado?

Varios neurocientíficos de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, han realizado una serie de experimentos con ratones en los que han demostrado que en el momento de recordar un rostro intervienen tres zonas cerebrales. La corteza perirrinal nos permite saber si lo habíamos visto antes, el hipocampo reconoce lugares y espacios y la corteza prefrontal medial se encarga de funciones superiores.

Por eso, si no se produce esa conexión entre ellas no somos capaces de recordar dónde hemos dejado algo ni dónde lo vimos por última vez. De este modo, cuando nos encontramos con alguien y no podemos acordarnos de su nombre ocurre lo mismo, por lo que debemos pensar dónde le vimos por primera vez para facilitar el proceso.

Según el neurocientífico Dean Burnett, "el cerebro ha evolucionado pero ha acumulado un montón de basura por el camino que lastra su funcionamiento". Tenemos una memoria selectiva que, en cierto modo, es egoísta y almacena información pero no lo hace de forma precisa. Por eso, nuestro cerebro puede modificar los recuerdos de la manera que nosotros queremos. 

Como consecuencia, podemos quedarnos con situaciones que nos ocurrieron hace años y contárselas perfectamente a quien nos pregunte pero nos parece imposible saber el nombre de una persona. Nuestra memoria es frágil y se vale de la emoción y la asociación con recuerdos por lo que si vinculas ciertos datos a una persona tendrás más posibilidades de evocar su nombre.