¿Por qué heredamos los miedos y manía de nuestros padres?

¿Aprendemos los miedos de nuestros padres o es algo que va surgiiendo con el paso de los años y con lo que hemos vivido? Javi Nieves y Mar Amate hacen un ejercicio de introspección y análisis y han descubierto en sus miedos algunos rasgos de sus padres. En el caso de Mar, por ejemplo, ella considera que ha heredado de su madre una manía a la hora de cocinar huevos. Cuando rompe el huevo tiene que quitarle el hilillo blanco que hay en la yema porque si no no le gusta... algo que también hace su madre.

En el caso de Javi Nieves es con uno de sus hijos: sabe perfectamente el día que le inculcó el miedo a las alturas. Estaban asomados en un castillo, haciendo turismo, el pequeño se asomó demasiado y Javi lo agarró fuertemente, asustado, con lo que el niño también se asustó y desde entonces no se volvió a asomar con tanta 'relajación' en un lugar alto.

Heredamos los miedos de nuestros padres pero podemos solucionarlo

El aprendizaje que realizamos de nuestros padres es algo inevitable. Conforme crecemos y aprendemos por 'modelado', vamos adquiriendo gestos, movimientos, expresiones... y también miedos. Si te dicen que, por ejemplo, un perro es muy peligroso (porque tus padres tienen miedo a los perros), probablemente desarrollarás cierto miedo a los animales, aunque se puede tratar. Y esto sucede con todos los elementos y vivencias de nuestras vidas: lo que nuestros padres nos transmitan, nos marcará.

Lo mismo que si sucede algún evento que reviste peligro y se queda grabado en nuestra memoria, tenderemos a identificar todos esos elementos con algo peligroso y que preferimos alejar de nuestro día a día. Cualquier experiencia 'traumática' marcará nuestra vida de adultos.

¿Podemos trabajar y mejorar estos miedos? Los expertos y psicólogos aseguran que sí y que todo es cuestión de comunicació, trabajo interno y externo para poder, poco a poco, ir catalogando estos sentimientos y dotarnos a nosotros mismos de herramientas para superarlos.