Si tu gato no te hace ni caso cuando le llamas, no te lo tomes como algo personal: el estudio que lo demuestra

"Para los que tenéis gatos, se ha hecho un experimento con ellos. Ya sabéis cuáles son las dotes que tienen: saltan, se te quedan mirando, son inteligentes... Y se ha hecho un experimento para ver cómo reaccionan los gatos con sus respectivos dueños". Este es el supuesto sobre el que Javi Nieves hablaba, en '¡Buenos días, Javi y Mar!', antes de entrar a profundizar... y dar pie a que Mar Amate desmontara el mismo en un segundo.

"Se ha puesto a varios gatos escuchando tres voces diferentes, entre ellas la del dueño. No se pretendía que interactuara con el dueño cuando le llamara, simplemente que moviera las orejas o la mirada para que te reconociera como dueño. Entonces, le llamaban... ¡y el gato no hizo ni caso a ninguno de los tres! Nunca. Es decir, el gato pasa olímpicamente del gato. Esta es la conclusión. Si tienes un gato y no te reconoce como tu dueño, es porque pasa de ti. El gato va a pasar de ti. Esta es la conclusión a la que se llegó con este experimento en el que la voz humana, pues parece que a ellos no les dice demasiado", era esa explicación extendida que se puede escuchar en el audio que aparece en la parte superior de esta noticia.

En ese momento, la presentadora del 'morning' de CADENA 100 llevaba la contraria a los resultados del experimento: "Pues será a estos señores. Mi padre, que no amaba a los gatos y ahora es un amante fiel de los gatos, te dirá: 'Los gatos son los animales más inteligentes del mundo y los más cariñosos'. Yo tengo una gata que se llama Pluma, que está con mis padres, y te aseguro que yo cuando entro por la puerta y le digo 'Plumix', la gata viene como si fuera un perro. Y digo un perro porque se supone que son más cariñosos. Bueno, el artículo puede estar perfecto, pero...".

"No es un artículo, es una investigación con distintos gatos. No estaba Pluma ni, probablemente, el gato de cada uno. Yo me acuerdo que estaba hablando una vez con mi prima, que le apasionan los gatos, y le dije: 'A mí me vas a perdonar, pero es que los gatos no me gustan'. Y me dice: 'Yo no te tengo que perdonar, si yo no soy gato'. Y esa, creo, es la visión que uno tiene que tener con respecto a su mascota. Uno no es su propia mascota", acotaba él antes de que Mar rematara el asunto de manera muy tajante: "Bueno, yo soy una defensora terrible de los gatos".

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