Desmentimos los mayores bulos sobre el uso de protección solar
Tiempo de lectura: 2’
¡Cómo nos gusta tomar el sol! Sin duda, es el gran protagonista del verano y sus beneficios para la salud y el estado de ánimo son incomparables pero no debes olvidar que siempre es necesario proteger tu piel porque vayas donde vayas, está él. Por eso, queremos desmentir varios bulos que, en ocasiones, hacen que olvidemos la importancia de usar protección solar.
No me pondré moreno si me pongo protector solar. Es el mito más extendido de todos y es totalmente falso. Ayudará a que tu piel sufra menos pero cogerás color del mismo modo aunque es probable que tardes un poco más.
No puedo quemarme si está nublado. Es totalmente falso ya que los rayos ultravioleta continúan ahí y pueden colarse por cualquier sitio. Aunque el día no sea soleado, si vas a la playa o a la piscina acuérdate de protegerte.
No puedo quemarme si estoy moreno ya. Por mucho que te empeñes, el hecho de estar bronceado no va a protegerte de quemarte. Échate crema de nuevo y haz énfasis en la cara, el cuello, los hombros y el escote.
No es necesario echarse crema más de una vez. Con las altas temperaturas estamos en remojo todo el día y, aunque utilicemos protección resistente al agua, cada vez que salgamos de ella debemos volver a echarnos para evitar que pierda su eficacia. Además, la mayoría de ellas pierden un 50% de sus propiedades fotoprotectoras después de una hora de exposición al sol. Recuerda aplicarlo como mínimo 15 minutos antes de salir de casa y reaplicarlo cada dos horas.
Solo puedo ponerme moreno de las 12:00 a las 16:00 horas. Aunque son las horas centrales del día y los rayos inciden con más fuerza, el sol puede dañar tu piel independientemente de la hora si no estás correctamente protegido.
Todos los factores protegen lo mismo. Un factor 15 previene el enrojecimiento 15 veces más del tiempo que tarda tu piel en ponerse roja, por eso sí que debemos tener en cuenta el número que elegimos y extenderlo bien por todo el cuerpo. Los expertos recomiendan utilizar un SPF superior a 30.
Las radiaciones que emite el sol están relacionadas con el aumento de cáncer de piel y el envejecimiento prematuro. Existen seis tipos distintos de pieles por lo que no todas son iguales y siempre debes escoger el fotoprotector más adecuado para ti.
