Escuchar Beyoncé o Rihanna, según la ciencia tu mejor medicina contra tus peores momentos

Música y emociones son dos palabras que van de la mano. Todos nosotros utilizamos nuestras canciones favoritas para acompañarnos en los diferentes momentos y situaciones que nos ocurren. Ya sea un ‘hit’ enérgico de Beyoncé para comenzar el día o una balada de Rihanna en la intimidad, alimentamos nuestros sentimientos con temas que concuerdan con ellos.Si bien esto era algo muy generalizado, no había explicaciones académicas que desgranasen nuestras actitudes.

Ahora, un estudio de la Universidad de Alcalá UAH ha utilizado herramientas de Inteligencia Artificial (IA) para estudiar estos comportamientos en épocas de crisis, buscando una relación entre las recesiones económicas mundiales y la aparición de canciones alegres en el ranking Billboard Top 100.

Establecer si una canción es alegre o triste depende de unos factores muy subjetivos. Por ello, la investigación liderada por el catedrático Marco Palomeque ha recurrido a varias herramientas para definir numéricamente la positividad de sonidos y letras. Una de ellas es VADER, un modelo analítico utilizado para contabilizar en positividad las palabras de las letras musicales. Así se consigue numerar algo tan ambiguo como la alegría.

Gracias a varias técnicas y a recopilar todas las canciones que han aparecido en Billboard Top 100 desde su creación, la publicación ha concluido que, en tiempos de aumento de índices como el desempleo o la inflación, nuestras preferencias musicales cambian. ¿Tú has notado esto?

Resistiré, nuestro ejemplo más cercano.

Desde que estrenamos ‘Resistiré 2020’ el pasado 1 de abril de 2020, se convirtió en todo un himno frente al coronavirus que nos impulsó a seguir adelante, luchando y siempre con positivismo e ilusión. La canción del Dúo Dinámico fue versionada por más de 50 artistas y músicos que crearon desde sus casas este tema único que cada día a las 20:00 horas sonaba con más fuerza que nunca en todos los balcones.

Balcones, hospitales, residencias, casas, calles enteras en las que sonaba cada tarde este himno que nos llenó de vitalidad y optimismo en aquellos momentos tan difíciles. La canción, cuyos beneficios fueron destinados a Cáritas, sumó decenas de millones de reproducciones en muy pocos días y cargó de motivación a todos los que estábamos en nuestras casas.