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Gradas con público y sin mascarilla: Eurovisión 2021 entra en la 'nueva normalidad'

Y la música volvió a sonar 730 días después. El festival de Eurovisión alzó su telón de nuevo este martes con la celebración de la primera semifinal en su edición de 2021. Un regreso a la normalidad a través del concurso musical que durante décadas ha contagiado de alegría y excentricidad a un continente marcado por las cicatrices de la guerra, la penuria económica y ahora también las que deja la pandemia más virulenta en un siglo. Porque después de un año de silencio, tocaba volver a la fiesta. Y no es posible fiesta más popular que Eurovisión.

Todo parecía igual, pero realmente todo ha cambiado tras su cancelación en 2020. Las autoridades neerlandeses han permitido para esta edición la entrada de un 20% de aforo en el Ahoy de Róterdam, sede del certamen, con el propósito de demostrar que sí es posible celebrar grandes eventos en pandemia con todas las garantías sanitarias. Bajo el sonido del mítico Te Deum, que introduce al festival, los aplausos y los gritos del público devolvieron a Europa la esperanza de un inminente tiempo nuevo en el que el sonido de la música apague por completo al ruido generado por el implacable enemigo invisible.

Y ese fue el primer triunfo de Eurovisión 2021: devolver a los hogares de Europa el espíritu glam, excesivo y de verbena de un show forjado en la adversidad. Lo hizo, además, con un espectáculo de puro fuego y modernidad, que consolida al festival como uno de los productos de referencia en cuanto a innovación tecnológica dentro del mercado televisivo mundial. Además, el nivel musical fue también bastante superior al de otras ediciones y la semifinal celebrada este martes se ha revelado como una de las más competitivas que se recuerdan.

CADENA 100