Verónica Forqué y Victoria Abril sacan de quicio a David Bustamante, que pierde los nervios en 'MasterChef'
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La paciencia de David Bustamante, como la de todo el mundo, tiene un límite. Anoche quedó comprobado durante esa prueba de exteriores en la que vivió dos momentos muy tensos con el mismo número de compañeras. Primero, con Verónica Forqué, que con su extravagancia se ha convertido en ese elemento que aporta 'picante' a una edición del 'talent' que ha elegido de manera minuicosa a todos y cada uno de los nombres de un 'casting' que no está decepcionando. Después, el turno para sufrir un encontronazo fue para Victoria Abril. Efectivamente, fueron las dos veteranas actrices las que tuvieron sus más y sus menos con el cantante, quien, en medio del estrés por la velocidad a la que hay que moverse en la cocina, saltó.
Verónica volvía a tener un comportamiento poco compatible con el trabajo en equipo, haciendo lo que le venía en gana y alzando la voz en ciertos momentos. Ambas cosas sacaban de sus casillas de Bustamante que tomaba esa conducta como una auténtica falta de respeto a los compañeros y terminaba espetándole: "Conmigo no va ese rollo. Tengo buen rollo cuando se habla con respeto". Por supuesto, ella no se quedaba callada y, desafiante, le lanzaba la pregunta: "¿Qué respeto?". Protagonizaban así uno de los momentos más tensos de los que recordamos de las tres entregas que ya se han emitido este año del 'celebrity' del espacio de cocina.
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David trataba de serenarse y continuar cocinando, pero ya estaba removido y bastaba la mínima chispa para que se prendiera de nuevo la llama del cabreo. Y, como adelantábamos, Victoria era la segunda 'víctima' de ese carácter. Esta le echaba en cara que estaba emplatando fatal, una crítica que, en pleno estrés de la noche, este no encajaba de la mejor manera y, a grito pelado, le reprochaba: "Cada uno hace lo que puede, Victoria”. Sin duda, no le sentó nada bien la corrección de su compañera y sacaba, una vez más, su genio a relucir en una jornada en la que también vimos cómo Terelu Campos fundía sus gafas en el horno o cómo Vanesa Romero se despedía de esta aventura dedicándole un conmovedor mensaje a su padre.
La emoción de estar al lado de casa
Lo que tenía que haber sido una noche alegre y de fiesta para Bustamante, como se ha podido comprobar, terminó en ser un desastre para él. Decimos esto porque el programa se desplazó a esa Cantabria de la que siempre presume el artista para realizar la prueba de exteriores. En concreto, a la localidad de Comillas, a tan solo diez minutos de ese San Vicente de la Barquera que él mismo puso en el mapa con su aterrizaje en la Academia de 'Operación Triunfo'.
"Esto añade mucha presión", coemnzaba reconociendo cuando los jueces hacían ese guiño a que estaba cerca de ese pueblo que le vio nacer. "Esto ya huele a casa, tengo a los míos muy cerca", era su respuesta inmediata, sin poder ocultar lo emocionado que estaba y antes de dar una pincelada más personal a su discurso: "Mi infancia ha sido muy tranquilita. Trabajé en la obra y luego Operación Triunfo me dio la oportunidad de dar rienda suelta a mi pasión".
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