Rosalía reconoce estar completamente obsesionada con este dulce que le acompaña en su día a día
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Rosalía está completamente imparable de la mano de su nuevo álbum, un álbum con el que nos ha regalado un nuevo concepto, tanto musicalmente como estétitcamente. 'El Mal Querer' estuvo protagonizado por ritmos flamencos y, 'Motomami' nos ha dejado también un nuevo concepoto musical y, por supuesto, a una nueva Rosalía y es que ella entendiende la música como la libertad de expresarse cómo se siente en ese momento. Desde que comenzara la gira hay un dulce que la ha acompañado incluso encima del escenario y, ahora, ha compartido en redes que incluso la acompaña a la hora de ir a la peluquería. ¡Te contamos todos los detalles en CADENA 100!
En su cuenta de instagram podemos encontrar todo tipo de contenido: desde moda hasta las alfombras rojas a las que acude y en la que es protagonista. Sin embargo, detrás de los focos y de estos eventos públicos y llenos de glamour, se encuentra una joven como cualquier otra, con las mismas inquietudes e incluso los mismos gustos por la comida. De hecho, en sus vacaciones con su pareja, Rauw Alejandro, la intérprete de 'Despechá' compartió uno de sus planes juntos: irse de picnic.
Pero no, no hablamos de comida al uso. A Rosalía le acompaña un dulce veinticuatro siete en su bolso: el chicle. Desde comenzara su gira de conciertos, la hemos visto encima del escenario con un gesto de 'aquí estoy', masticando continuamente un chicle y es por ello que en redes sociales ha mostrado que su obsesión por este dulce va mucho más allá.
El nuevo concepto estético con Rosalía como pionera
Rosalía es si cabe una de las pocas artistas que consigue transformar en propio todo de lo que bebe, capaz de darle la vuelta al concepto japonés de moda, ha conseguido que tres o cuatro guiños asiáticos mezclados con cuero y sonidos de motores conviertan algo típico en un significado diferente y nuevo. Estas referencias a la cultura gitana, a un clima andaluz de tablao están muy marcadas en El Mal Querer, toda una oda al concepto de amor clásico y tradicional en el que a veces se oculta una historia de amor y maltrato.
En su tercer disco, 'Motomami', Rosalía explora conceptos de la posmodernidad como son el placer sexual, el empoderamiento o el gusto por el poder y la fama. Atrás parecen quedar los giros de voz aflamencados, dando cabida a ritmos mucho más latinos como el reggetón o merengue electrónico y a la estética japonesa armada con moños, trenzas con alguna que otra mecha de colores, faldas a tablas y camisas abotonadas con corbata, al más puro estilo manga o propia de la era de los dosmil, donde artistas como las componentes del grupo 'Tattoo' hacían apareciendo vestidas de forma semejante, estilo 'colegiala'.
Esta claro que los títulos de sus canciones también se han visto influenciados sobremanera: 'Hentai',forma en la que se denominan los videos de contenido erótico o sensual, 'Chiken Teriyaki', un popular plato lleno de salasa y sabor, metáfora de lo que es Rosalía, 'Sakura', o lo que e slo mismo, la flor delicada y presumiblemente marchitable del cerezo que le sirve para canturrear la siguiente estrofa: "Flor de sakura / Ser una popstar nunca te dura".
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