Qué es la depresión postconcierto: un fenómeno cada vez más común entre los amantes de la música en directo

Dejar toda nuestra felicidad en manos de la música en directo es maravilloso, pero también conlleva un profundo sentimiento de tristeza cuando nos quedamos sin conciertos. El fenómeno conocido como "depresión postconcierto" es real y su existencia nada más se puede comprobar escribiendo este concepto en cualquier red social. Sobre todo, los protagonistas son los jóvenes quienes sufren de este tipo de depresión cuando necesitan de un concierto para desconectar por un momento del mundo y olvidarse de sus problemas. En CADENA 100 te explicamos en qué consiste y su fundamento según estudios científicos, que apoyan la idea de que acudir con regularidad a los conciertos aumenta nuestros niveles de felicidad.

Los conciertos, un antídoto contra la tristeza

¿Alguna vez te has sentido muy triste después de un concierto o festival y no entendías por qué? Tras contar los días para ese evento especial que tantas ganas tenías de que llegase, de repente se esfumó tu alegría nada más terminar el concierto. Y es que, pasar de un estado de ánimo a otro totalmente opuesto, hace que nuestra felicidad se desplome en cuestión de segundos. Por ejemplo, si tecleamos en Twitter estas dos palabras, leemos miles de reflexiones como estas: "La depresión postconcierto existe y es de lo más terrible de la vida", como dice una fan de Sebastián Yatra o que "una semana del concierto de Harry y sigo sin superar. Estoy sensible, no me toquéis. Todavía sigo en depresión postconcierto", como añade una seguidora de Harry Styles. Comentarios como estos, lo cierto es que encontramos tantos como queramos. Incluso hay quienes aseguran estar "depresivos" por un concierto al que nunca fueron: "Tengo depresión postconcierto y ni siquiera he estado ahí". Tan real como la vida misma.

Como te comentábamos, aunque la ciencia no haya afirmado en ningún momento que la música nos pueda curar ni de los dolores físicos ni los del alma, sí que ayuda mucho. Entre los estudios que existen, que son varios, uno reciente realizado por Lucía Vaquero Zamora, neurocientífica de la Universidad Complutense de Madrid, desvelaba que "el ser humano busca la sincronía con otros individuos en la música", que aquí en nuestra emisora te compartimos hace unos días. De tal forma que, dado que la música nos une a otras personas y es una delicia su disfrute en un ambiente que no sea nuestra casa, por eso nos gustan tanto los conciertos. Así que no es de extrañar que, ante la ausencia de éstos, la serotonina o "la hormona de la felicidad" deje de producir esa emoción de alegría y euforia; esa que buscamos con la música en directo.

Como han llegado a decir algunos promotores de conciertos, como 'Move Concerts Colombia': "Estudios han demostrado que la depresión postconcierto es real y algo común entre las personas que asisten a conciertos y festivales de música. Las maneras de no sentirlo es escuchando la música del artista o comprando entradas para el evento siguiente". Por añadido, no son pocos nuestros artistas los que han asegurado que la música les ha salvado la vida. En palabras de Leiva: "Solamente me he dedicado a hacer música. No tengo otro oficio. Tiene ese punto romántico pero, cuando te sientas a pensar en ello, te asustas. Desde luego que me ha salvado la vida. Sin ninguna duda". Por si fuera poco, Fito Cabrales escribió una canción que le sirvió de antídoto contra la tristeza: 'Pájaros disecados'. ¿Y tú? ¿Te identificas con la depresión postconcierto?