¿Por qué no nos podemos sacar algunas canciones de la cabeza? Te damos todas las claves

¿Por qué no nos podemos sacar algunas canciones de la cabeza? Te damos todas las claves

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Nos ha pasado a todos. Hay canciones que por más que quieras no puedes dejar de tararear y tienes días en tu mente esperando a que un milagro te las saque de la cabeza. Aparecen en nuestra mente y se quedan largos periodos de tiempo, sin saber muy bien cómo como ni cuando han llegado hasta ahí.

Hace unos años, los investigadores de la Universidad Western Washington de Estados Unidos, ponían en duda el gran mito que había sobre este tipo de canciones, donde se decía que las más repetitivas, por malas que fuera, son las que más enganchan a nuestro cerebro. En cambio, un estudio publicado en la revista Applied Cognitive Psychology, concluía que las canciones que la gente más disfruta, y que escucha con más veces y durante más tiempo, son las que más posibilidades tienen de quedarse ancladas en nuestra cabeza. Algo lógico 'a priori'.

Ahora se ha podido conocer un estudio a gran escala llevado a cabo en la Universidad de Durham (Reino Unido) y difundido por la Asociación Americana de Psicología, que contradice las conclusiones que sacaron en aquella investigación que comentábamos previamente, y nos lleva de nuevo al punto inicial, donde la estructura, la velocidad, y el contenido de los temas musicales, sí tienen mucho que ver en que determinadas canciones se queden en nuestra cabeza horas e incluso días.

Según los resultados de la investigación, que fue dirigida por la doctora Kelly Jakubowski, se puede predecir cuales son las canciones susceptibles de volverse pegadizas, ya que dichas canciones tienen varios puntos melódicos en común: tienen una melodía fácil de recordar, son rápidas y a lo largo de ellas hay bastantes repetciciones -generalmente en los estribillos-. Este suele ser el patrón que nos encontramos de forma habitual en las canciones en la música pop occidental.

La encuesta

Los investigadores tomaron como muestra, para la realización de este estudio, una encuestra realizada a aproximadamente 3.000 personas entre los años 2010 y 2013, -hay que tener encuenta que aunque el estudio es reciente estos 10 años que han pasado los hábitos de consumo han variado notablemente-.

En ella, los participantes nombraban cuáles eran las melodías que les resultaban pegadizas de forma más habitual en sus cabezas. Dichas canciones, limitadas a géneros populares como pop, rock, rap, o rhythm and blues, fueron comparadas con temas que, pese a que nunca habían sido nombrados, eran muy populares en las radios y listas inglesas. Entre ellas, las que con más frecuencia aparecían nombradas en el estudio fueron 'Bad Romance' (Lady Gaga); 'Can't Get You Out Of My Head' (Kylie Minogue); 'Don't Stop Believing' (Journey); 'Somebody That I Used To Know' (Gotye); 'Moves Like Jagger' (Maroon 5); 'California Gurls' (Katy Perry); 'Bohemian Rhapsody' (Queen); 'Alejandro y Poker Face' (Lady Gaga).



¿Cómo sacarte una canción de la cabeza?

  1. Tápate los oídos: lo primero de todo, evita la música.
  2. Remedios físicos: un estudio reciente dice que mascar chicle podría ser una solución fácil. En una serie de experimentos, los participantes que habían recibido chicle aseguraban tener menos canciones pegadizas que los que no tenían chicle. Otro truco para quitarnos esa canción pegadiza es andar a un ritmo mucho más rápido o mucho más lento que el ritmo de la canción.
  3. Cantar: hay estudios que apuntan que para sacarte una canción de la cabeza tienes que cantarla entera, desde el primer al último verso.
  4. Llama a un amigo: sabemos que los hábitos con carga cognitiva mínima, como lavarse los dientes, llevan a la mente a divagar y salirse por las ramas, lo que nos puede llevar a que se nos venga una canción a la cabeza de forma involuntaria. Por el contrario, las tareas que requieren de gran atención mental, como los ejercicios difíciles, también han sido asociados con las canciones pegadizas.


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