El necesario mensaje de Conchita sobre la preeclampsia: qué es y su experiencia tras el nacimiento de Leo
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Si hay algo por lo que se reconozca a Conchita en sus redes sociales es por la claridad con la que se pronuncia. Por esa manera que tiene de contar las cosas y abrirse. Se nota que a lo que se dedica y cómo las letras de sus canciones tienen mucho que ver con las publicaciones de sus redes. O más bien, de que ese Instagram está impregnado del aroma de realidad que refleja en sus letras. En la tarde de ayer abría su corazón sobre ese mal trago que padeció cuando dio a luz a Leo, el que es por el momento su único hijo. A esos momentos en los que la preeclampsia hizo tambalear todos sus cimientos. Un texto más que necesario para concienciar y, sobre todo, para aprender de su relato en primera persona.
"Hoy he vuelto al hospital donde nació Leo y en el que aprendí tantas cosas. Casi todas las importantes de verdad. Estaba andando por el mismo pasillo por el que hace cuatro años iba en silla de ruedas, sintiéndome como si me hubiera atropellado un camión gigantesco y yo fuera la persona más pequeña del mundo", comienza antes de lanzar una de esas frases que caen como una losa solo de imaginárselo: "Aún no había conocido a mi bebé que había nacido ya hace casi seis días, me hablaban de él…y al rato se me olvidaba con toda la medicación que llevaba encima para el dolor".
"Lo que menos quería era sentirme responsable de alguien tan pequeño que estaba luchando por su vida también, porque yo era incapaz de sostener la mía. Me dolía todo el cuerpo, veía borroso, y la maldita tensión por culpa de la preeclampsia nunca bajaba", continuaba antes de dar un dato sobre el que edifica la necesidad de extender su mensaje: "Una de cada doce mujeres sufre preeclampsia en el embarazo. Una de cada 12…es mucho, muchísimo, y no se habla nada de ello".
Las veces que le vuelve a la cabeza
"Yo, además, tuve una atonía de útero después del parto, lo que me hizo perder muchísima muchísima sangre. Casi no lo cuento. Me dijeron que me olvidaría de todo esto pero si os soy sincera lo recuerdo todos y cada uno de los días", es lo que sigue en ese texto en el que también plasma las situaciones en las que le vuelve a la cabeza aquello, a pesar de que le recomendaron que lo borrara de su cabeza: "A veces sintiendo el chorro de agua caliente en mi cara en la ducha, a veces haciendo pis porque dejé de hacerlo entonces y era muy probable que tuviera que hacer diálisis, a veces me acuerdo mientras estoy conduciendo por la carretera, siempre, siempre me acuerdo cuando estoy encima del escenario y SIEMPRE pienso 'Joder, qué suerte tengo'".
El remate es de los que dan para dar muchas vueltas: "Y solo pasaba por aquí para recordaros la gigantesca suerte que tenemos de simplemente estar, respirar, saltar, bailar, abrazarnos, sentir, vivir. Que os cuidéis mucho y os peleéis poco, muy poco, nada si puede ser, que últimamente parece que todo el mundo está enfadado. Que celebremos la vida, que es muy injusta a veces, pero muy increíble otras muchas también, y que intentéis ser lo más feliz que se pueda, SIEMPRE. Que tengáis un bonito día".
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