Miriam Rodríguez prolonga su estancia en Londres

Si hace una semana hablábamos de indicios de un nuevo álbum, hoy incorporamos a Paul Meehan como otro de los nombres clave que intervienen desde aquella compañía británica en su creación.

Por tanto, Miriam Rodríguez va a continuar con su estancia en Londres como decisión para concluir allí su nuevo álbum del que estaremos pendientes. Recordemos que ya habíamos confirmado que los estudios de grabación pertenecen a "Metrophonic" y, desde allí, están al frente del proyecto  Paul Michael Barry, Patrick Mascall​ y Paul Meehan. 

La artista gallega se ha llevado a la capital británica su moriña como nos contaba con sus propias palabras. Y, aunque la posibilidad de cantar en inglés está más clara cada día, no cabe duda de que la vuelta a casa, en todos los sentidos, está garantizada. Ella mantiene que "espérame, porque aunque es menos de lo que me gustaría, siempre vuelvo". 

Mientras pasa más desapercibida en el metro de Londres, o en sus calles, recordamos ya su despedida del verano, anticipada porque tenía un viaje pendiente y un destino inminente. El viaje a Londres y el destino rumbo a su nuevo álbum.

Palabra de Miriam

"Soy de mar, de olor a sal, de monte, de respirar el verde y de escuchar el silencio que interrumpe el viento agitando las hojas de los árboles cada mañana. Soy de las que viven en un estado de morriña intensa permanente, soy de hacer canciones que hablan de ti (porque conmigo ya tengo suficiente). Y así sin darme cuenta el verano se pasó, como se pasaron los días escribiendo canciones, a veces con papá hasta las 4 de la mañana, leyendo libros, saliendo a correr con Yaco, escuchando las canciones nuevas todos en el sofá debatiendo, cogiendo media ola de cada siete con mi hermano, comiendo tortilliña, pimientitos de Padrón o tomando las nubes (que no el sol) en una hamaca rota encima de un cacho de cemento mientras respiro, cierro los ojos y en ese preciso momento me doy cuenta de lo afortunada que soy, por muchas cosas, pero sobre todo por poder respirar rodeada de los míos, que me quieren mucho y bien, y yo a ellos, claro. Y que más da, si la vida es eso, momentos. Y para momentos los que me llevo, de mi casa, (que no de mis vacaciones), de mi tierra y la gente de siempre, de poder pisar algún que otro día la playa que hacía dos años que no pisaba, de algunos de mis amigos que me dio tiempo de ver, de mi familia, de los que me vieron nacer y crecer, y me ven volver cada vez que esa morriña que corre por mis venas llama a la puerta y me dice: “vuelve”. Así que espérame, porque aunque es menos de lo que me gustaría, siempre vuelvo"