Los guiños implícitos de Alejandro Sanz en su nuevo videoclip: de sus fotos más íntimas a su lugar favorito

Sin duda alguna, 'Bio', de Alejandro Sanz nos ha encogido a todos el corazón desde que saliera a la luz. Una canción, al final, llena de diferentes emociones, tal y compo se refleja en sus diferentes rostros en el videoclip del tema. Aunque su voz rasgada te puede hacer pensar que, en los primeros minutos de la cancuón está intérpretando no es así, pues Sanz te mira directamente para contarte, a través de sus palabras, sus primeras etapas de este camino que llamamos vida.

Acostumbrados a su desgarradora, pero cálida voz, aunque parece que canta cuando la escuchas por primera vez, el intéprete de 'Mi Marciana', con un escenario y fondo plano, donde intercala imágenes inéditas de sus recuerdos más personales, expresa cómo ha tenido que 'esconderse' durante muchos años y mostrar un Alejandro que no se correspondía con el que era en realidad y, nada más hay que verlo en el tono serio de su rostro, intercalándolo con una sonrísa avispada e irnónica cuando se refiere a él mismo en esa etapa en el que intetaba hacerse el 'malote' de la escuela.

Su mirada continúa así en gran parte del videoclip, e incluso cuando se refiere a los que le dieron la vida. Es curioso porque, en estas tres primeras estrofas Alejandro Sanz es el protagonista del rodaje. Sin embargo, en la cuarta, la más emotiva, muestra una persona completamente diferente.

Como decíamos, Alejandro cuenta al principio, narra con un tono escéptico, alejado de lo políticamente correcto, sus vivencias más complicadas hasta que por fin, reconoce que el soñaba que era "el portero de su propio escenario" remontando con un "6-0". Tal es así que, cuando la música suena más fuerte y se arranca a cantar, otro de sus "salvavidas" y su "anillo", - la música -, su mirada, sonrisa y su rostro, revela la emoción que siente al estar donde queremos que esté, encima de un escenario.

Hay veces que nos cuesta mirarnos al espejo, y tendemos a mirar a los demás y, esa, es la evolución de Alejandro Sanz durante todo el videoclip. Por fin, cuando suena la música más fuerte y se escuchan sus 'quejíos', sonríe a la cámara inmortalizando uno de sus momentos favoritos: en el 'backstage', justo antes de comenzar un concierto.

Si ya emociona la canción por sí sola, el vidoclip es más sublime aún. Porque vemos a Sanz como nunca y, sinb embargo, siempre ha sido así.

VIDEOCLIP DE LA CANCIÓN

Y esque, lejos de cualquier gran producción musical en una gran ciudad como Nueva York o Los Ángeles, en Estados Unidos, Sanz ha optado por hacer un videcolip mucho más 'casero', donde muestra su lugar favorito y, donde, lejos de los 'flashes', de las cámaras o de las alfombras rojas, puede ser él mismo: cerca de la música y delante de su público.

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