Las lágrimas de Rosalía ante su gran noche en Barcelona

La cantante catalana llegó, cantó, bailó y enamoró en casa ante más de 15.000 personas en el Palau Sant Jordi
Las lágrimas de Rosalía ante su gran noche en Barcelona

 La cantante, emociona ante su público / Instagram @manelibarz

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Rosalía es la artista española más mediática del momento a nivel mundial. Todo el mundo quiere conocer a Rosalía, colaborar con Rosalía, que Rosalía esté en sus eventos, incluso vestir o llevar sus características uñas. Y no es para menos. La cantante tiene un aura especial y una voz tan delicada como potente que ha conquistado al mundo entero.

Sin embargo, Rosalía sabe quién es y de dónde viene. Por eso, entre todos los conciertos y eventos que ha tenido durante el año, la artista anoche vivió su cita más especial, con su público, en casa.

Qué importante es el lugar al que siempre volver y para Rosalía, ese lugar hogar es Barcelona. Tras expandir su reino por medio mundo y ganar Grammys y premios MTV a pares, Rosalía ha regresado seis meses después a Barcelona, su cuna artística, para coronarse en su debut en el Palau Sant Jordi con un espectáculo magnético y fastuoso.

Rosalía, dueña y señora con tan solo 26 años de una precoz y meteórica carrera, ha desplegado este sábado en el Sant Jordi su característica fusión de flamenco, música urbana y ritmos electrónicos ante el delirio de más de 15.000 asistentes que, móviles en alto y voz en grito, han coreado cada una de las canciones.

La primera en sonar, "Pienso en tu mirá", inspirada en las bulerías por soleá (como apostilló la misma cantante cuando lanzó el tema), ha levantado pasiones con una vigorosa coreografía que ha dado pauta a la cuidada puesta en escena.

Enfundada en un traje rojo con cinturón negro, la artista de Barcelona se ha despojado de sutilezas melódicas con la minimalista "A palé", su último hit, agresivo y puntiagudo para marcar territorio a golpe de siniestros giros de muñeca, brazos peinando el cielo y espasmos bajo un foco centelleante.

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Con el público en el bolsillo desde el minuto uno, Rosalía ha querido charlar en catalán con los asistentes, visiblemente emocionada: "Estoy muy feliz de estar aquí, en mi ciudad. Muchas gracias a todos por compartir esto con nosotros".

También ha tenido palabras para su maestro de cante flamenco, 'Chiqui de la Línea', a quien le ha querido agradecer, aprovechando que estaba presente entre el público, todo lo que le enseñó cuando ella empezó "y no sabía nada de nada". "El flamenco es una gran pasión", ha suspirado.

En el repertorio de la noche no han faltado, como de costumbre, un homenaje a Las Grecas, con una versión actualizada del setentero "Te estoy amando locamente", y una incursión a capela al primer álbum de Rosalía, "Los Ángeles" (2017), de la mano del tema estrella "Catalina".

Y en este ir y venir, y sin pedir permiso, la artista se ha arrancado a cantar su oda a la rumba catalana, "Milionària", mientras dejaba sin aliento al público, que se suscribía al "Fucking money man" con el mismo ímpetu que después repudiaba el capital deplorando un "Dios nos libre del dinero".

La sufrida "Badgad", "Di mi nombre" o "De aquí no sales" son algunos de los temas de "El mal querer" que han sonado en el ecuador del espectáculo, guardando para el final una suerte de epifanía reguetonera patrocinada por "Yo x ti, tú x mí" y "Con altura", canciones en colaboración con Ozuna, la primera, y J Balvin, la segunda. El fin de fiesta llegó con "Aute cuture" y "Malamente" y dos palabras: ''Os quiero''.

Una emocionada Rosalía se despidió de su público, por solo unas horas. Esta noche, segunda cita en el Palau y el martes, Madrid le espera con los brazos abiertos y un ''trá-trá''.

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