Lana del Rey y las anotaciones del cuaderno de la infancia de una estrella de la canción
Tiempo de lectura: 3’
A veces las cosas no suceden como se habían planeado. Eso es lo que sucedía recientemente con Lana del Rey y con el lanzamiento de 'Blue Banisters'. Estaba previsto que el pasado fin de semana viera la luz ese álbum de estudio en el que ha trabajado durante los últimos meses, pero, el mismo día que sus fans esperaban que esa nueva música amenizara su jornada, escribía un misterioso mensaje con el que se daba a entender -como al final fue-, que se posponía el lanzamiento. "A veces la vida te hace cambiar justo a tiempo para el próximo capítulo", eran las palabras en Instagram que precedían a un mensaje de Twitter en la misma línea de misterio: "Estoy escribiendo mi propia historia. Y nadie más que yo puede decirlo".
Vamos, que solo ella tomará la decisión sobre cuándo podremos escuchar ese nuevo trabajo, más allá de los tres 'singles' con los que ha ido abriendo el apetito sinfónico a sus incondicionales: 'Blue Banisters', tema que da nombre al disco, 'Text Book' y 'Wildflower Wildfire'. Como hace tan solo unos meses sacaba su anterior álbum de estudio, 'Chemtrails over the Country Club'. Una demostración del excelente momento creativo en el que se encuentra una mujer que lleva 15 años compartiendo su talento con el público.
Hoy es una estrella. No hay duda. Por eso se puede permitir estas licencias de jugar con las fechas o teñir de enigma sus movimientos. Alguien que ha vendido casi 20 millones de discos en todo el mundo y que tiene casi medio centenar de videoclips, bien se lo puede permitir. Pero, ¿cuáles fueron los orígenes de esta mujer que firmó con 20 años su primer contrato con una discográfica, tras dos de actuaciones en locales de ocio nocturno de Nueva York, abriéndose hueco desde bien abajo?
El pasado oscuro del que escapó
Elizabeth Woolridge Grant, que es el nombre real que se esconde tras esa denominación artística por la que es conocida a nivel mundial, se crió en Lake Placid, un lugar donde, como ella misma ha explicado en más de una entrevista, se dedicaba a pasear por el bosque y a ir anotando en un cuaderno todo lo que se le ocurría. Unas buenas bases para ir desarrollando ese olfato especial que tiene como compositora. Lo cierto es que su camino se truncó siendo muy joven, porque, con tan solo 14 años, se cruzó en su camino el alcohol -un capítulo de su vida que está reflejado en su tema 'Born to die'- y sus padres la mandaron a un internado en el que se la condenó a más absoluto de los ostracismos.
Aquellos años sirvieron no solo para dejar atrás las adicciones, sino para que en su mente se comenzara a dibujar esa carrera musical cuyos primeros pasos dío en Nueva York, una de las ciudades que más oportunidades artísticas ofrece en el mundo. 'Out with a Bang', 'I'm Indebted To You', 'Raise Me Up (Mississippi South)', 'Sad Girl', 'Old Money', 'Creep'... Todos y cada uno de los temas que han ido configurando su carrera son la mejor muestra de quién y cómo es una mujer que, a sus 36 años, tiene una carga sobre sus espaldas más pesada de la recomendable.
Pero obstáculos y penas aparte -algo que parece ser como un 'must' para que la música arraigue-, Lana del Rey es mucho más que una luchadora que consiguió vencer a sus demonios para escalar a la cima de la industria musical. Sus letras tienen un trasfondo que ella misma ha encajado dentro de un patriotismo que tiene muy arraigado. De hecho, hace referencia en multitud de sus letras al sueño americano. También coma como referencia auténticos iconos estadounidenses como Elvis Presley, JFK o Jim Morrison para dar mayor empaque a esa línea que es una constante en una carrera a lo largo de la que se ha dado cuenta de uno de los lemas que rigen su vida y que preside su cuenta de Instagram: "Pensé que alguien podría decirme cómo, pero encontré que nadie podía".
Efectivamente, nadie le dice cómo y cuándo. Y la muestra más evidente es el retraso de ese 'Blue Banisters'. Son estas jugadas maestras, estas estrategias con las que generar expectación, lo que han hecho de ella la estrella que es. Con casi 20 millones de 'followers' en Instagram y casi un número idéntico de oyentes en Spotify. Con una legión de personas que le han permitido que, efectivamente, se crea que nadie pueda decirle cómo. Ni cuándo.
También te puede interesar...
Malas noticia para los fans de Lana del Rey: habrá que esperar para escuchar 'Blue Banisters'
Todos los detalles del disco de Lana del Rey 'Chemtrails Over The Country Club'
