Joan Manuel Serrat hará una última y extensa gira en 2022: comenzando en Nueva York y finalizando en Barcelona

Como indicamos, Joan Manuel Serrat quiere volver a mirar de cerca al público con esta gira de despedida. Por los datos que manejamos hasta ahora, el músico no se refiere a volver a subirse a un escenario, ni cantar o abandonar la composición y creación sino a dejar de realizar giras.

En este sentido, el entorno del artista ha querido destacar que esta decisión viene "Después de una inactividad forzosa, obligada por la pandemia global de COVID-19" y que "Joan Manuel Serrat regresa a los escenarios con una última gira".

Por todo, hoy tenemos que recordar una de las frases que atesoramos de él: "Yo, por lo menos, todavía no he descubierto una manera mejor de pasar la vida que haciendo giras y cantando para la gente". Ahora, cerrará uno de los compromisos vitales, las giras, dejando abierto, sin duda, seguir cantando y componiendo.

'EL VICIO DE CANTAR 1965-2022'

Ese es el título seleccionado para su gira con la que quiere despedirse personalmente del público, con el que ha compartido vida y canciones durante más de medio siglo.

El primer concierto tendrá lugar en el Beacon Theater de la ciudad de Nueva York el 27 de abril de 2022 y está previsto que la gira finalice en el Palau Sant Jordi de Barcelona, su ciudad natal, el 23 de diciembre.

También hemos podido saber que el día 8 de diciembre se darán a conocer más datos con información más detallada de esta iniciativa.

Así, tras esta etapa marcada por la pandemia global del coronavirus, Serrat se pone en marcha para una larga despedida que, sin duda también, no tendrá que ver con su creatividad musical. En este sentido, siempre esperaremos nuevas canciones y composiciones. Más aún cuando la presión de realizar giras como la que acaba de anunciar no pesen en su día a día.

No es mal momento para recordar que esperamos también noticias sobre un Musical con canciones de Joan Manuel Serrat que, también antes de la pandemia, habían preparado Jordi Galcerán y Jaume Buixó como autores de la obra que se titularía “AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS”. En aquella preparación inicial la dirección correría a cargo de Ariel del Mastro mientras la supervisión musical es de Alfonso Casado y la producción de Julia Gómez Cora. Ahora, quedamos pendientes también de ello mientras de inmediato recordaremos la canción que titularía ese Musical.

Serrat es música

Es una carrera musical tan apasionante y extensa que sólo traemos aquí cómo ve el propio artista su llegada al mundo y a la música. En sus propias palabras:

"De padre catalán y madre aragonesa, vine a este mundo sin proponérmelo el 27 de diciembre de 1943, en Barcelona, y crecí en el barrio obrero del Poble Sec, en la calle del Poeta Cabanyes.

Mi padre, Josep, trabajaba en la Compañía del Gas, y mi madre, Ángeles, además de llevar la casa, contribuía al presupuesto familiar cosiendo. Tras la primaria y el bachillerato, me dio, no sé por qué, por estudiar agricultura. Supongo que el campo se me representaba como algo exótico y eso fue lo que empujó a un chaval de barrio como yo a cursar lo que hoy se llama Ingeniería Técnica Agrícola.

Por aquel entonces empecé a darle a la guitarra y con tres amigos formamos un grupo musical cuya aventura no llegó lejos. Yo había escrito algunas canciones (“Una guitarra”, “La mort de l’avi”…), y el 18 de febrero de 1965 me estrené con alguna de ellas en el programa de Escamilla Radioscope, de Radio Barcelona. Aquello fue mi trampolín, y de la mano de Escamilla llegué a Edigsa —compañía discográfica con la que grabé mis primeros discos— y me incorporé de inmediato a Els setze jutges; un grupo heterogéneo de gente que escribíamos y cantábamos en catalán.

Mis primeros discos, en 1965 y 1966, fueron un par de E.P. de cuatro canciones cada uno. Al año siguiente completé mi primer disco de larga duración con diez canciones que en septiembre ganaría el Gran Premi del Disc Català. Le siguió un tercer E.P. y, por primera vez, una canción mía (“Cançó de Matinada”) se colocó en el número 1 de las listas de España. Había abandonado mi estatus de “figura prometedora” y empezaba a tocar el éxito con la punta de los dedos.

Y en eso llegó Lasso, quien se iba a convertir en mi primer representante artístico hasta finales de 1975, que me llevó a firmar mi primer contrato en castellano y, más tarde, al festival de Eurovisión. En 1968, Televisión Española escogió para que la representase en el Festival de Eurovisión la canción “La, la, la” del Dúo Dinámico, y me designaron para cantarla. Si hacía poco Zafiro S.A. había publicado mi primer disco en castellano, abriendo la polémica, mi designación para representar a TVE en Eurovisión puso sal a las heridas. Cantar el “La, la, la” en catalán fue hasta el último momento una posibilidad, pero, pocos días antes del Festival, al preguntarle sobre el asunto a Juan José Rosón, el hombre de TVE que estaba al mando de la operación, este me respondió: «Serrat, ¿usted qué quiere ser, un artista internacional o un artista provinciano?» Al día siguiente presenté mi renuncia. Designaron a Massiel para sustituirme y, afortunadamente, ganó”.

Como balance, vida, efemérides, enfermedades superadas, pérdidas, ganancias y, sobre todo muchos directos, seleccionamos como decíamos al inicio un relato que, según él, son su motor: “Yo, por lo menos, todavía no he descubierto una manera mejor de pasar la vida que haciendo giras y cantando para la gente”.

Y de su música, hay tanto que cantar que también Serrat ha sido capaz de destacar algo en lo que todos los que amamos sus canciones estaremos de acuerdo: "1971 fue el año de la aparición de Mediterráneo, probablemente mi disco más emblemático. Tengo de él los mejores recuerdos. Escribí sus canciones en una habitación del Hotel Batlle, en Calella de Palafrugell, y lo presentamos en el Teatre Victòria de Barcelona durante las navidades".

Así dejamos abierta su producción futura mientras quedamos atentos para saber cómo evoluciona la última gira 'EL VICIO DE CANTAR 1965-2022'.

Puede interesar también:

Serrat y Sabina demuestran su química personal en su primera actuación en Madrid