El gesto que ha hecho a Rozalén sentirse como la Beyoncé manchega: "Es imposible olvidar lo que es único"

La cantante, abrumada por las muestras de cariño recibidas en una localidad de Córdoba que, ahora, será incapaz de borrar de su cabeza y su corazón
Rozalén y el momentazo que vivió con sus fans al terminar un concierto en Córdoba
Cordon Press

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Este 2022 está siendo un auténtico remolino de sentimientos para esa Rozalén que, con el año casi empezado, venía cómo la vida de su padre, Cristóbal, se apagaba como consecuencia de un infarto fulminante. La artista le recordaba en sus redes sociales, pero también a la hora de subirse al escenario por primera vez desde que este le faltara. Un hecho este, el de la pérdida de uno de los pilares más significativos de su existencia, que no le ha impedido continuar con esa carrera musical en la que, además de estrenar nuevos temas, no ha parado de ofrecer conciertos -o de formar parte de algunos en los que no era la única protagonista, como fue el caso de nuestro CADENA 100 CONCIERTO 30 ANIVERSARIO-.

Como decimos, ni la nostalgia por quienes ya no están ha frenado a esta mujer que el pasado fin de semana vivía una de esas experiencias indelebles. Sucedió en la localidad cordobesa de Cabra, donde fue a parar la música de su gira 'El árbol y el bosque' y donde conoció a una pareja que, a pesar de su anonimato, tiene un peso específico en la historia de nuestra música. "El viernes conocí en CABRA a Mari Luz y Antonio, la pareja que inspiró al maestro Víctor Manuel para su 'Sólo pienso en ti'. '¿Qué se siente al ser protagonistas de una de las canciones más bonitas de la historia?'. Les pregunté… Y sonrieron. Y siguieron juntos de la mano…", explicaba en ese 'post' en el que, entre otras instantáneas, se encuentra una de esa pareja a la que presentó ante los ojos de la opinión pública.



Una auténtica estrella con devoción por los suyos

Pero aún había más en ese 'post' que podemos encontrar en su 'feed' de ese Instagram en el que la cantante manchega ya roza nada menos que los 600.000 seguidores. Porque una vez terminado el espectáculo, vivió uno de esos momentos en los que acercarse a quienes han permitido que su carrera haya sido la que es: sus fans. Y ella lo relataba con ese pellizco de emoción con el que lo mismo te compone una canción que te pone un tuit: "Al terminar el concierto -que no pude disfrutar más- me esperásteis muchas personas en la puerta de atrás para abrumarme con detalles y halagos -que me sentí la Beyoncé de la Manchuela- y me decíais que no me olvidara de vosotros, que no me olvidara de Cabra. Es imposible olvidar lo que es único e irrepetible. Lo conseguís/conseguimos entre todos. Desde que pisé vuestra tierra sólo me crucé con personas especiales que me hicieron sentir importante. Os lo agradezco en el alma. A por más…".

Sin duda, unas palabras cargadas de un cariño del que aún le quedaba una porción para dedicarle a otro de los hombre sin los que sería incapaz de entender su vida. Nos referimos a su hermano. Y este, a pesar de ser anónimo -o, al menos, de no contar con la misma atención que María Rozalén-, se prestaba a formar parte de un tablón en el que la cantante nos regala estas pinceladas de colorido personal entre tanta nota musical. "Mi hermanico… No sabéis cuánto lo amo y cuánto lo necesito. Y sí, es guapo a reventar, también por fuera", eran las escuetas frases que le dedicaba. Más que suficientes para sacar al exterior esos sentimientos.




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