El día que Pablo López perdió su identidad: “No sabía quién era o no quería asumirlo”

Pablo López se ha sincerado en una entrevista sobre muchos aspectos desconocidos de su vida, como el día que se planteó quién era realmente
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Redactora CADENA 100

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Pablo López es uno de los artistas más queridos de nuestro país, algo que se ha ganado poco a poco y con mucho esfuerzo gracias a su música. Y, aunque para él muchas veces ser conocido es algo complicado de llevar, todo lo demás lo compensa y es capaz de sobrellevarlo y convertir la fama en algo positivo. Algo que ha dejado claro en una reciente entrevista para el programa ‘Las tres puertas’, donde se ha sincerado con María Casado sobre su carrera y sobre su día a día.

Y es que a pesar de contar con miles de seguidores tanto en nuestro país como fuera de nuestras fronteras, él siente que cada día es el primero y eso le hace seguir luchando por hacer la mejor versión de sí mismo. "Yo cada día estoy empezando. No es una frase hecha, María. Estarás harta de escucharla aquí, pero es verdad. Miro abrumado mis vídeos en Youtube y no sé si esto es bueno. Que me lo diga un psicólogo, pero me veo desde fuera y digo: '¿y este?'", expresó con total sinceridad.

Pablo López se sincera sobre los altibajos de su vida

Aunque parezca que lleva una vida idílica, Pablo López también se permite tener sus bajones y, lejos de ocultarlos, siempre los comenta desde el corazón y con mucha humildad, esa que le caracteriza y que hace que cada día le queramos más. Y es que cuando María Casado le preguntó si hay mucha soledad cuando se llega a lo más alto en la fama y en la música, su respuesta fue clara: "No, pero es posible que haga frío. Si te quedas solo, igual necesitas una rebequita de más. El otro día estaba en un sitio respirando por primera vez en mucho tiempo y sin pensar en nada, y me di cuenta de que queda mucha montaña que subir cada día", explicó.

Y aunque nunca le ha faltado la fe en sí mismo, sí que es cierto que un día estuvo a punto de perder su identidad. “No sabía quién era yo realmente, o no quería asumir quién era yo. No podía creer la suerte que tenía de tener dos patas, de poder caminar hacia delante en la vida, de poder hablar con las personas, de tener salud para ver envejecer todo lo que tengo alrededor de una manera preciosa", dijo muy emocionado. Y nos regaló una reflexión que todos deberíamos aplicar en nuestro día a día para aprender a valorar lo realmente importante: "entonces, básicamente, no estaba valorando bien las cosas de la vida".




Lo que Pablo López echa de menos de no ser famoso

Otro de los aspectos que quiso recordar Pablo López fueron sus inicios, esos en los que nadie sabía quién era y podía vivir la música de otra manera. Y es que muchas veces echa de menos tocar en hoteles, restaurantes y garitos: “Ahora uno toca y ya se va al hotel. Antes tocaba en el bar directamente, estaba todo hecho, te bajabas del escenario y era un cambio radical, el camerino era una barra, eso era maravilloso”, añadió. “La gente dice: '¿cómo es tocar para mucha gente?'. No, cómo es tocar para dos, eso es mucho más complicado. Ese cruce de miradas tan directo, ese aliento que hace que el tiempo transcurra más lento pero te hace aprender muchísimo y valorar muchísimas cosas. Qué bonito es captar la mirada cuando hay dos”, concluyó.






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