David Bisbal rompe el 'silencio' del WiZink Center en el reencuentro con su público en Madrid
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'Silencio'. ¿Había mejor tema para que David Bisbal arrancara su reencuentro con su público en Madrid después de la larga pandemia? Seguramente no. Un arranque potente en el centro de ese escenario del WiZink Center, en el que se vivieron pequeños atisbos de regreso a una 'vieja normalidad' añorada por todos. Porque si bien es cierto que aún hay que llevar la mascarilla, guardar las distancias y permanecer sentados -algo que provoca que el artista tenga que hacer mayores esfuerzos para conectar con el público-, no menos lo es que poder ver a un par de miles de personas disfrutando de música en vivo, hace tener una mayor esperanza de que los tiempos mejores están a la vuelta de la esquina.
Lo sabe el público y también el propio Bisbal. Porque tras entonar su 'Antes que no', lo decía con un grito que retumbaba entre las cuatro paredes del recinto: "Cuanto tiempo sin decir... ¡Buenas noches, Madrid!". Mucho. Demasiado. Tanto como para sentirse "muy felices de estar una vez mas aquí. Se nota un ambiente más positivo". Bisbal, en ese primer mini 'speach' se acordaba de los malos tiempos con los que hemos tenido que lidiar y, además de a esa legión de incondicionales que le siguen allá donde actúa desde hace 20 años, agradecía a los dos pilares fundamentales, a día de hoy, de su música: "Gracias a mi familia, por soportarme, escucharme cantar y dar gritos en casa para ensayar. A mi familia de Universal. Hemos seguido trabajando para conseguir que nuestros sueños se sigan cumpliendo".
'En tus planes', 'Amor amé', 'La necesidad'... El almeriense seguía disfrutando de una noche en la que no faltaron sus pases de baile y esa energía que desprende cada vez que se sube a un escenario. Se le notaba cómodo. Tanto como para sacar desde lo más profundo de su ser 'Sabrás'. Y emocionarse una vez terminado el tema, porque, para él, no es uno más de su repertorio. "Quizás he ido muy rápido de un tema a otro, pero esta canción va dedicada a un muchachillo que va todos los días por mi casa haciendo un desastre", decía haciendo esfuerzos por no romperse, y tratando de justificarse: "Cada día soy más sensible, porque soy muy feliz".
La añoranza del público
'No amanece' y 'Premonición' eran lo siguiente que tenía preparado para continuar con esas melodías suaves, de balada. Lo hacía antes de reconocer que estaba siendo diferente ver a su gente dar muestras de movimiento con todos los impedimentos de las restricciones. "Me encanta la energía de la gente. Aunque estéis sentados, se nota cuando os movéis. Os quiero un montón", pronunciaba antes de darse cuenta de la cantidad de banderas, de todas las partes de España, que había colgadas entre el público: "Cuánto echaba de menos vuestras banderas. Porque qué bonita es una bandera".
'Culpable', 'Como la primera vez', 'Esclavo de tus besos', 'Camina y ven' -en un claro guiño a esos primeros discos con los que alcanzó la fama y tras haber protagonizado un momento simpático, recordando los míticos pasos de 'Corazón latino', uno de sus primeros bombazos en la industria- y 'Vuelve, vuelve', pidiendo al público que hiciera de Danna Paola, eran los platos que tenía listos para continuar con el 'show' antes de dar la gran sorpresa de la velada.
Y llegó el sorpresón de la noche
Porque Danna no estaba allí para hacer esa colaboración a dos voces, pero sí Sebastian Yatra para interpretar ese 'A partir de hoy' que habían cantado en directo por última vez en Viña del Mar, Chile, tal y como David recordaba. "Hace año y medio no me subía a una tarima con un público como este", eran las palabras del colombiano.
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'El ruido', 'Dígale', 'Si tú la quieres' -no, Aitana Ocaña tampoco pudo acompañarle: cuestiones de agenda cuando una empieza a despegar, de manera imparable, como estrella- y 'Mi princesa', también sonaron con fuerza. Sobre todo, esta última, que volvió a provocarle una emoción inmensa. No era para menos: entre el público estaba 'su princesa'. Su familia no quiso perderse esta llegada a Madrid con la que Bisbal pudo sentir, de nuevo y después de este año y medio para olvidar, lo que es el calor de actuar en un pabellón como el WiZink Center de Madrid.
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