Se cumplen 8 años sin la estrella del soul Amy Winehouse

Hoy 23 de julio de 2011, el mundo vistió de luto al conocer una triste noticia de la reina del soul. Amy Winehouse murió a los 27 años por una ingesta masiva de alcohol, una adicción conocida sobradamente por todos que terminó con su vida. Sus millones de fans alrededor del mundo la continúan homenajeando y lamentando su pérdida. 

La autopsia indicaba que fue una parada cardíaca a causa de una intoxicación etílica. Unos niveles de alcohol «generalmente asociados con la muerte», como señaló el informe de la autopsia, y que consumió de manera voluntaria. Las pruebas toxicológicas descartaron la presencia de sustancias ilegales en su sangre, pero su vida terminó debido al excesivo nivel de consumo de alcohol, la prueba de una tendencia autodestructiva, algo que a lo que no solo se enfrentó ella, sino también otras divas de la música antes que ella.

En 2004, a sus 19 años saltó a la fama en Estados Unidos con su álbum llamado Frank, dedicado a su ídolo Frank Sinatra, firmó su primer contrato discográfico y rápidamente alcanzó el número 3 en su país de origen, Gran Bretaña. Amy todavía no era famosa, al menos no en el sentido en que lo fue 3 años más tarde, con el lanzamiento del Back to black, con el que ganaría 5 Grammys, y aquel single que sonó en cada rincón de cada ciudad: Rehab. Este tema es un fiel reflejo de la realidad de la cantante, quien a pesar de sus problemas se niega a internar en rehabilitación.

La costa española fue un lugar de inspiración para Amy, pues en un paréntesis que tuvo con Blake Fielder-Civil, se refugió en Alicante con su guitarra española y la certeza de convertir ese dolor en música. Allí nacieron muy buenos temas maravillosos como Wake Up Alone (“The dark covers me, and I cannot run now”) o You Know that I’m No Good (“Sweet reunion Jamaica and Spain. We’re like how we were again”).

Sin embargo, esta niña prodigio de la música, brillante y talentosa mujer se vio afectada por su adicción a las drogas y el alcohol, sufriendo altibajos en su carrera por su delicado estado de salud.  Amy tuvo que soportar una horrible presión mediática, pues pocos reservaron su opinión sobre la relación que tenía con su padre, con sus novios, y con el alcohol y las drogas. 

Después del éxito profesional, apareció un miedo irracional a cantar frente a un gran público. Esa sensación hizo que se viera obligada a llevar su música a los pequeños clubs, donde el soul y el jazz que envolvían su música encontraban su hueco en rincones reducidos con pocos seguidores.

Tras varios ingresos en rehabilitación, en 2010 parecía recuperada del todo, pero en 2011 algunos golpes personales le hicieron volver a recurrir al alcohol. En junio de este año haría su último concierto en Belgrado, en el que se emborrachó antes de empezar y tras una mala actuación, se suspendió el resto de la gira. Un mes más tarde falleció a los 27 años de edad. 

Pero, a pesar de sus conocidos excesos, tanto su figura artística como su talento se ha impuesto a ellos y Amy siempre será recordada como una gran estrella y diva de la música. 

De hecho, hace menos de un año una compañía anunció que empezará una gira de tres años con el holograma de Amy y el consentimiento de su padre, que dejó el taxi con el que se ganaba la vida para dedicarse por completo a la fundación de su hija. El proyecto resulta un poco extraño, pues aparece la imagen de Amy, joven para siempre, cantando las mismas canciones con los mismos traumas y movimientos sobre el escenario. De todas formas, la gira virtual se ha retrasado por cuestiones tecnológicas.