La ciencia te da la explicación de por qué nos gustan tanto los conciertos en directo: estos son los motivos
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El panorama musical fue uno de los grandes damnificados por el Covid -19, de pronto los conciertos parecían inverosímiles y disfrutar de tu artista favorito solo era posible a través de una pantalla, pues esto se convirtió en una única forma de consumir música. La industria musical se vió obligada a echar el freno y quedarse en un intermitente ‘stand by’ entre ola y ola de emergencia sanitaria.
Nuestra forma de vivir la música se vió completamente afectada pues ya no podíamos disfrutar de ella en vivo. Esto de los ‘streamings’ y directos de youtube no palió en absoluto nuestras ganas de conciertos. De hecho, dejó patente que la música en directo era algo que todos necesitábamos en nuestras vidas y que extrañabamos sobre todo en épocas tan señaladas como el verano, donde es tradición la temporada de festivales o giras de conciertos.
¿Por qué nuestro cerebro disfruta la música en directo?
Y sobre la idea de por qué nuestro cerebro disfruta tanto de la buena música en directo, nos llega el reciente estudio de Lucía Vaquero Zamora, neurocientífica de la Universidad Complutense de Madrid, que elaboró un artículo de lo más curioso sobre el comportamiento intrínsecamente social del ser humano que busca la sincronía con otros individuos en la música, dato del que se desprende que de esta pulsión en adelante surgieran actividades como la danza.
En este artículo extraemos la forma de percibir la música como un todo entre entorno, estado anímico, y componente social. Es por esto que el entorno de un concierto o festival puede ser propicio gracias a este componente social, aunque el género musical, más o menos bailable, también causará efecto sobre cómo percibimos la música.
La ciencia tiene la explicacion perfecta
El estado anímico también juega un papel relevante, pues a quién no le ha pasado que tiene el día triste y no le apetece en absoluto relacionarse con el entorno, y ya nos podrían ofrecer las entradas para el concierto del año esa misma tarde que nos seguiríamos quedando en la cama. Y esto porque el sentimiento de cooperación y filial hace que la música suene mejor en compañía de otros, pues en palabras textuales de la doctora: “elemento facilitador que nos invita a movernos a su compás y a interactuar con nuestros semejantes”.
Festival
La música atiende además a otras cuestiones tales como la cuestión evolutiva. Sin tener muy claro cual es el origen de la música pero siendo evidente que lleva con nosotros desde el orígen de los tiempos, desde los primeros actos colectivos en rituales con músicas sacras, hasta la época en la que la ópera surge como acto social de la aristocracia y realeza, porque antes de que los nuevos dispositivos permitieran llevar la música a la esfera privada, el escucharla era sinónimo de reunión, un acto social que implicaba disfrute con más personas.
La neuroquímica de la música explica científicamente cómo nos llega la música, pues esta está íntimamente relacionada con los niveles de hormonas y el cortisol o lo que es lo mismo, la hormona que pone la zancadilla al sentimiento de felicidad y nos hace estar en alerta o tristes. En 2013, ya un estudio comprobó cómo la música tiene el poder de disminuir estos niveles en nuestro cuerpo, modificando indirectamente nuestra conducta.
