Antonio Orozco despide por todo lo alto su gira 'Único'

El artista ha terminado su increíble tour por todo el territorio español tras diez meses en la carretera
Antonio Orozco
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Antonio Orozco se planteo un reto, un desafío, una auténtica “locura” como él mismo lo ha definido: hacer más de 100 conciertos en tan solo diez meses. Pocas personas se han atrevido a algo así y, sobre todo, aun menos han conseguido vender todas las entradas en cada concierto. Es una auténtica hazaña, algo que solo está a la altura de los más grandes, como es el caso de Antonio Orozco. ¿Su última parada? Madrid, concretamente el Teatro Real, un lugar único aunque no tanto como toda su gira.

El artista ya lo avisaba, más de 120 mil personas habían tenido la oportunidad de disfrutar de su música en directo, así que “no dejes que te lo cuente nadie”. De nuevo, consiguió hacer sold-out por lo que el listón estaba bastante alto, muchas eran las expectativas en torno a este concierto y Antonio Orozco no decepcionó a nadie. Junto a su equipo comenzó con el espectáculo con mucha calma, intimidad y suavidad, ya son muchas horas de práctica lo que hace que remen todos hacia la misma dirección. Con Mi héroe Antonio empezó a emocionar, poniendo su alma y su corazón en cada palabra, únicamente con las cuerdas del piano vibrando de fondo. Junto a esto también destaca el respetuoso silencio del público con el que el artista pudo interpretar 'a capella' el final de Podría ser.

El concierto ha empezado a cobrar aun más fuerza cuando todos los asistentes, sumamente entregados con el artista, han coreado al son de 'Devuélveme la vida', una de las canciones que son himno para muchos. Además, el artista ha querido hacer un homenaje a la música que le ha acompañado en todo su aprendizaje y carrera a través de una versión de En el lago, popularizada por Triana, con un cajón y guitarra acústica.

El final del concierto ha sido muy emocionante, después de tantos meses en los escenarios es una alegría que tu público te reciba de esa manera, algo por lo que Orozco estaba visiblemente agradecido. Por ello, quiso dejarse hasta el último aliento en el Teatro Real, desprendiendo toda la energía posible. Tras una impecable interpretación de Mírate o Te esperaré, la sorpresa fue cuando su hijo Jan apareció en el escenario, ya que Antonio quería compartir ese momento tan especial junto a su pequeño. Mientras su hijo marcaba el ritmo al cajón, ha tocado el tema Una y otra vez mirando a Jan con ternura y compartiendo ese momento de complicidad con todos sus seguidores.

La guinda del pastel fue Estoy hecho de pedacitos de ti que interpretó a solas con su guitarra ante las más de mil personas que le observaban atentamente. No ha sido un adiós, sino un hasta luego, pero se ha cerrado una etapa que quedará marcada para siempre en los corazones de sus fans, pero sobre todo en el de Antonio ya que le ha hecho ser una persona totalmente diferente.

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