Ana Guerra y las traiciones, decepciones y envidias entre sus compañeros de "OT": "A todos no nos va igual"
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Aunque a muchos nos pueda parecer que el de los "triunfitos" es un camino de rosas al salir de la academia, incluso con el éxito como aliado, puede que estemos bastante equivocados. Nosotros vemos lo bonito, lo que nos quieren mostrar, el lado amable de la música. Pero cada uno de los concursantes tiene sus propios límites, esos que marcan la necesidad de hablar de las cosas buenas y malas que vivimos en nuestras vidas. Anoche pudimos comprobar cómo Ana Guerra tuvo esa necesidad de contar su experiencia, de sacarlo todo en "una de las entrevistas más sinceras y bonitas que he hecho hasta el momento", según ha reconocido ella misma.
La artista canaria acompañó a Alberto Chicote a través de la Ribera Sacra en su programa "Fuera del mapa" y nos dejó una extensa conversación llena de declaraciones que nunca antes se había atrevido a hacer, repleta de sinceridad y decepción, de verdad y de no mirar atrás. Hoy descubrimos un lado de la cantante que no habíamos tenido la oportunidad de explorar antes después de abrirse en canal y mostrarnos su corazón tal y como es, con sus defectos y sus virtudes.
Este ha sido un paseo por la naturaleza que le ha servido a Ana Guerra para hablarnos, entre muchas otras cosas, de sus miedos, ya que ha asegurado que ni estando rodeada por la naturaleza asegura sentirse en paz. Parte de la culpa de esa inquietud está provocada por el coronavirus y la pandemia que ha traído consigo: "Tengo pánico a la muerte después del confinamiento. Todos los miedos y la ansiedad que yo tengo es el pánico a la muerte. Todas las circunstancias en las que un ser humano puede morir empiezan a darte miedo. Cuando te encuentras en la soledad entre las montañas piensas "vaya, y si me pasa algo aquí...", le confesaba la cantante a Alberto Chicote: "Después de estar encerrada tres meses y medio, arranqué con todo eso", y desde entonces no ha podido quitarse esa sensación de encima.
Y es que la pandemia también le quitó una parte de su vida personal, su relación con el actor Miguel Ángel Muñoz después de pasar dos años juntos: "Considero que si tú estás bien con tu pareja, al 100% y totalmente enamorado, un confinamiento no tiene por qué acabar con la relación. Sin embargo, acabó con muchas parejas en este país", sin embargo fue el confinamiento el que supuso numerosos cambios en su vida porque su relación fue una de ellas.
Después de estos casi dos años en los que apenas ha existido actividad en el mundo de la música le ha dado tiempo para reflexionar sobre lo éfimero que es el éxito. Haciendo balance de su propia trayectoria asegura que su carrera "ha ido hacia abajo", ya que ha detallado cómo cada canción que ha ido publicando ha funciona un poco peor que la anterior. La culpa, asegura, es la sobreexposición mediática que recibió al finalizar 'OT 2017', que la puso contra las cuerdas, ejerciendo presión y con unas muy altas expectativas depositadas en ella. "Hasta que encontré el camino correcto", detalla, "e hice lo que creía que tenía que hacer". La cantante ha detallado cómo pasó de esperar un éxito que no llegaba a ponerse un objetivo centrado en crear una banda sonora a la vida, de ahí que decidiera no publicar un disco que tenía completamente preparado para hacer algo más propio e íntimo, refiriéndose a su álbum "La luz del Martes".
Precisamente, su paso por el programa "OT 2017", que marcaba el regreso de este popular formato a la televisión después de unos años de descanso, fue el que copó gran parte de la entrevista: "Lo pasé bastante mal", confiesa después de relatar que, tras su salida de la academia, comprobó como su vida y la de sus compañeros iban por caminos diferentes: "No me imaginaba la vida sin cada una de las quince personas que entraron conmigo y cuando salimos, a todos no nos va igual", lamentaba profundamente.
Ana Guerra contaba que "después de aquella separación empieza a haber diferentes niveles dentro de nosotros y la industria musical nos empieza a tranformar en competidores", algo que le hubiera gustado evitar a toda costa, porque asegura haberse llevado una decepción enome a pesar de que se lleva muy bien con todos sus compañeros: "Me llevo increíble con todos, tenemos un grupo, hablamos, pero claro...", comenta la artista, que ha revelado que con quien se lleva mejor de los quince es con Roy y Ricky, con quienes tiene mejor relación y habla todos los días.
Sin embargo, esa experiencia en televisión le ha costado más de un disgusto, ya que afirma que pasó de sentirse como una diosa a la salida de "OT 2017" a ir sintiendo envidia de sus compañeros del programa: "Esa envidia desapareció cuando decidí coger un disco que tenía hecho y no sacarlo. Decidí que quería cantar otras cosas, contarlas de otra manera... se lo conté a la compañía y ahora canto lo que quiero cantar".
Tqambién asegura haberse sentido decepcionada por gente que me se ha alejado de su vida por no ser tan importante. "Me he sentido traicionada por personas a lo largo de estos tres o cuatro años. Por gente que creo que me ha alejado de su vida por no ser tan importante".
Y es que el peso de la fama le ha acabado pasando factura: "Me he perdido un montón de cosas", asegura Ana Guerra, que desea ser "normal" y recuperar el anonimato de su vida privada, ya que su popularidad le afecta en sus relaciones personales, por ejemplo: "No puedo tener una cita por la repercusión que tendría públicamente". Su exposición mediática en un programa de televisión cambió radicalmente su vida hasta tal punto que tuvo que encerrarse en casa porque no sabía cómo lidiar con la situación. Con este panorama, la artista ha reconocido tener que hacer terapia para poder superar sus miedos en su situación actual, visibilizando los problemas de salud mental en una profesión como la suya.
Pero los problemas tal vez vengan de antes, porque Ana Guerra también quiso hablar de la peor experiencia que tuvo que vivir durante su infancia, cuando participó en el programa "Menudas estrellas": "Lo pasé mal después. Era un programa donde éramos seis niños y pasaban tres. Y y yo no pasé. En mi lógica de niña pequeña pensé que no era suficiente", explica dando a entender que su autoexigencia está marcada desde entonces. "Me quedé realmente triste, no paraba de llorar", le explicaba a Alberto Chicote mientras le relataba ese primer golpe en su carrera como cantante.
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