“Una Paloma Blanca”, imagen que vale más que mil palabras

Nos adentramos en el ecuador del mes de enero (¡quién lo iba a decir!). El frío se deja sentir en medio de la recogida y limpieza de belenes y adornos navideños. La gente intenta recuperar el ambiente de compras de rebajas que se prolongarán hasta el mes de marzo y que alivian los gastos tras las pasadas fechas navideñas.

Pero las celebraciones continúan porque estamos a un día justo de recordar a ese Santo tan popular en el calendario y en el corazón de todos los creyentes que es San Antonio, abad popularmente conocido como San Antón y Patrono de los animales en cuanto que sirven de sustento al hombre en su camino de perfección espiritual y humana.

Y hablando de animales, cuadra muy bien este día aquel tema legendario “Una paloma blanca” cantado por George Dann recientemente fallecido y que tanta impronta dejó en el cancionero español con gente de todas las clases. El origen del tema nos lleva a los años setenta antes de la mitad de esa década. Ahí George Baker, compositor holandés, sacaría a la luz esta melodía tan pegadiza

La letra del tema se entremezcla con sonidos en español y otros en inglés lo cual le hace todavía más apreciada. El hilo argumental habla de alguien que disfrutaba un día de sol radiante en la playa y que surge la sorpresa de que se aparece una bandada de palomas blancas volando en el aire para más señas. La canción muestra la felicidad de que uno de esos animales sale de la bandada y se queda a su altura.

El animal le mira a los ojos y es como si entablasen un diálogo ambos. No es que sólo les faltase hablar, es que se comunican perfectamente. Incluso remonta el vuelo hacia el cielo y hasta allí mismo se le puede ir a buscar encontrando algo especial. El ave comunica tales sentimientos que hace llorar a quien canta transmitiendo sencillez y dulzura. El tema logró hacerse con los mejores puestos en Europa el año 76 y lo mismo pasó en Norteamérica.