Música con alma: 'Solo le pido a Dios' y la no indiferencia

Hay canciones que por años que pasen no dejan de emocionar, concienciar e inspirar con su mensaje, que tan necesario es en la sociedad
Música con alma: 'Solo le pido a Dios' y la no indiferencia

El artista Luciano Pereyra interpretó el himno ante San Juan Pablo II en el Jubileo 2000

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Música sobre cualquier temática es fácil encontrar. Pero algunos temas se llevan la palma. Es lo que pasa con la paz, sobre cuya temática se han escrito innumerables discos. La semana pasada recordábamos aquel coreado internacional por un elenco impresionante de artistas 'We are the world'. Hoy nos quedamos con otro sonido muy popularizado de origen latino y traído por estrellas de un lado y otro del Atlántico. Se trata del tema 'Sólo le pido a Dios'. A continuación, recordamos su pequeña gran historia.

En 1978 el cantautor argentino León Gieco estaba en su infancia y en Santa Fe, un día con su padre compuso este gran tema. La idea es que fuese una canción mundialmente conocida como así fue. El tema ha dado la vuelta por todo el mundo especialmente hispano y latino. La canción fue hecha vida por su compatriota argentina Mercedes Sosa. Tal vez porque sonaba bien en la lucha contra las dictaduras militares de Videla en su Argentina natal y contra la dictadura de Augusto Pinochet en Chile. Y con toda seguridad porque Sosa no tuvo más remedio que exiliarse ante la sangrienta tiranía en el País de la Plata.

La letra siempre tiene un sentido orante y de súplica ante el conflicto y la petición por la liberación de la tiranía. La petición a Dios de no vivir en la indiferencia ante la guerra, el odio o la injusticia marcan un sentido totalmente trascendente insistiendo y confiando que ese valor Dios lo dará continuamente para afrontar con fortaleza las oscuridades de la vida y a las que es posible hacer frente para cambiar el mal por bien, fuerza de constancia perseverante en el objetivo marcado.

Nunca se hubieran imaginado sus autores y promotores que iba a ser considerada la sexta mejor canción rockeras en las listas argentinas. Ni tan siquiera el salto de cantautores como Ana Belén, Victor Manuel o Joan Manuel Serrat la pusiesen en escena en sus conciertos y con un recuerdo especial por los derechos humanos. Llegando al culmen Luciano Pereyra la cantaría ante San Juan Pablo II en el Jubileo 2000, en representación de las tierras hermanas de América.

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