“Fast Car”: la humanización al volante

Mes de julio. Etapa de salidas de tantos transeúntes y viandantes. El verano con el tiempo estival hace de las suyas. El común de los mortales busca esos lugares de esparcimiento y donde el tiempo se haga más llevadero. Se buscan playas, mar, paisajes de interior, núcleos y casas rurales. No importa el lugar cuando se cambia de actividad y de ecosistema por unos días.

Para ello es preciso salir al asfalto y rodar por las amplias carreteras para conectar unos lugares con otros y llegar a buen puerto. Precisamente este séptimo mes del año tiene aromas de San Cristóbal -que celebraremos el día 10-, al tiempo que despierta una mayor sensibilización sobre el apostolado de la carretera y la sensibilidad del tráfico, en este primer domingo.

Pero no todos salen para descansar. No faltan quienes trabajan así. Incluso están los que llevan su servicio por carretera para que otros tengan el debido descanso y disfruten de él. A ellos va dedicada la canción “Fast car” (“coche rápido”). De Tracy Chapman.

El tema está sacado del álbum que tiene el mismo título y que data del año 1988, con un argumento muy particular. La joven protagonista de la canción no disfruta precisamente de descanso. Todo lo contrario. Su trabajo es muy duro y la trama argumental evoca lo que hace con tal de escapar de la penosa realidad que le ha tocado vivir.

La letra de la canción no crea ningún problema porque lo importante es salir de la penuria en que se encuentra la protagonista del tema. Hay que buscar nuevos mundos y posibilidades que hagan realidad la felicidad. En su hogar ha habido problemas y la persona a la que se refiere la canción, puede y debe buscar otras opciones. La canción fue arreglada a un estilo más culto de folk/rock.

El escritor Orlando Sentinel fue el encargado de acondicionarla para que tuviese un estilo más personalista. De esta forma fue muy bien acogida en todo el mundo aspirando a grandes puestos en las listas discográficas porque la humanización de un conductor salta a la vista.