Manu Tenorio, en CADENA 100: "No puedes cambiar nada de la hoja de ruta si hemos llegado hasta aquí"

Charlamos con el artista, que tiene agendadas 40 fechas para su gira 'La Verdad', a la que da nombre el álbum que acaba de lanzar al mercado
Manu Tenorio nos presenta 'La Verdad', su disco homenaje a los clásicos melódicos con gira

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El nombre de Manu Tenorio es más que reconocible en la escena musical nacional. También, más allá de nuestras fronteras, puesto que ha sabido cuidar a su público del otro lado del océano. De hecho, muchos de los nombres a los que rinde homenaje en 'La Verdad', el disco que lanzaba en formato físico el pasado viernes, son procedentes de una Latinoamérica en la que tenía varias citas pendientes justo antes de que estallara la pandemia. CADENA 100 ha podido charlar con el sevillano durante unos minutos para comprobar el momento musical y vital en el que se encuentra y ser conscientes de que jamás, en estos 20 años de carrera, ha renunciado al trabajo y la constancia. No entiende ni la música ni la vida sin ellos.

¿Qué tal ha sido la acogida de este 'La Verdad' que lanzabas en formato físico hace apenas unos día?

Como bien sabes, es una revisión de los clásicos de la canción melódica que les hemos actualizado el sonido. Me lo he llevado un poquito a mi terreno: hemos respetado el espítitu de las canciones, pero aportándole un sonido muy acústico, orgánico y natural. Todo está tocado, no hay programaciones. Hicimos una presentación en Madrid, el la Sala Kapital, que fue espectacular, a tope de público. Y este próximo jueves estamos en Sevilla y la verdad es que, a día de hoy, vamos a cerrar el año con más de 40 conciertos presentando el disco por toda España. Estamos exultantes.

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40 conciertos después de la que venimos, es una barbaridad.

Sí, sí. La verdad es que hemos montado una oficina propia de 'management' y comunicación, y al tener un equipo de personas que se dedican exclusivamente a Manu Tenorio, multiplica el rendimiento.

Hablábamos de que el álbum es una revisión de clásicos, con nombres como Armando Manzanero, Moncho, Julio Iglesias... Imagino que, a la vez, es una responsabilidad.

Son canciones atemporales, con las que yo he crecido desde pequeño y son los autores e intérpretes que a mí, realmente, me despertaron este amor y devoción por la música. Porque, desde pequeño, las escuchaba por casa. Y, efectivamente, digamos que me remontan a tremendos intérpretes y autores como Armando Manzanero, Moncho, José José, Alejandro Fernández... Al final también, de alguna manera, es un repertorio que un artista necesita una cierta madurez. Porque, al ser clásicos, como decías supone una responsabilidad. Después de tantos años trabajando, ha llegado el momento de afrontarlo, porque creo que podía hacerlo con cierta seguridad.

Una mirada a su infancia

¿Qué es lo que quieres transmitir con este trabajo a toda esa comunidad de seguidores que has sabido cuidar durante estos 20 años en la música?

Lo que quiero aportar es recuperar esos clásicos y actualizar el sonido de esas canciones que, al final, con el tiempo, se van quedando en el cajón. Después de más de 20 años de carrera, donde me ha dado tiempo a sacar varios discos de mi autoría y a escribir canciones, me parecía que era un buen momento para hacer una pausa y dedicarle un disco a este repertorio, ¿no? Es probable que sea un tríptico, tres discos. Porque, realmente, todo este repertorio, esa infancia que yo he vivido no se resume exclusivamente en un disco. Pero bueno, tampoco quiero transmitir que esto vaya a ser uno detrás de otro. Este acaba de salir, lo voy a disfrutar mucho, porque es un disco que en directo voy con una banda de seis músicos. A lo mejor, de aquí a cinco años, los iré sacando poquito a poco. Mientras tanto, también intercalaré temas propios, de mi cosecha. Una cosa no se tiene por qué enfrentar a la otra.




Hemos hablado de directos. Cuéntame qué sensaciones has tenido al regresar a los escenarios tras el parón marcado por la pandemia.

Han sido de todos los colores. Porque muchas de estas canciones me evocan recuerdos de mi infancia y, al final, cuando las voy cantando, es como revisar un álbum de fotos en mi cabeza. Vas repasando esos momentos en los que tú escuchabas, a lo mejor, 'La Nave del Olvido' o cuando estabas en tu casa escuchando canciones como 'Sabor a ti'. Se mezclan muchas emociones, aparte de que me recuerdan a personas que ya no están.

¿Qué es lo que más has añorado de todo este tiempo alejado de la carretera?

El trasiego de mis viajes, de mis giras. Aunque son agotadoras por una parte, que cuando uno viaja tanto es muy cansino tantos aviones, trenes y horas de coche... Pero, sobre todo, lo que he echado de menos es el contacto con el público. Las emociones que se viven en lo alto de un escenario cuando tienes al público delante, ese momento del concierto en el que te fundes con la gente a través de la música, con una banda detrás que te va marcando el pulso... Son unos latidos y unas experiencias que no se pueden reproducir en otros parámetros de la vida. Para mí, es una de las cosas que más he echado de menos en estos años que hemos estado en 'stand by'. Además, tenía mogollón de proyectos, de viajes a Latinoamérica y, lamentablemente, se pararon en seco.

¿Y algo que digas: 'Bueno, esto no lo he echado nada de menos. Estoy aquí tranquilo'?

Los madrugones, que muchas veces, para atravesarte España, tienes que madrugar. Porque siempre uno procura ir con el tiempo suficiente para llegar al destino, descansar un poco, poder hacer una prueba de sonido y subir al escenario descansado. Para seguir ese protocolo, uno tiene que salir pronto de casa.

Eres de dormir mucho, entonces.

No, tampoco. De hecho, madrugo bastante. Lo que pasa es que, basta que uno tenga un concierto para que te duermas tarde.

Imagino que, a pesar del bagaje que tienes, te sigue inquietando tener que salir a un 'show'.

Por supuesto que sigo con esas mariposillas. Aparte que, muchas veces con el tiempo y con la edad, aprendes a valorar las cosas de otra manera, a darle más valor. Yo, cada concierto que hago, lo tomo como un regalo y, realmente para mí, es un privilegio. No me acostumbro, por más concietros que tenga, a que sea algo normal y vulgar. Me parece que, tener la oportunidad de cantar con un público delante es una virtud tremenda.

Un Manu más maduro, igual de autoexigente

Teniendo en cuenta todo esto, ¿en qué momento de tu carrera te encuentras?

En uno en el que todavía sigo teniendo muchos sueños pendientes. Sigo trabajando con muchísima ilusión. Estoy también en un momento en el que, creo que incluso me estoy exigiendo más encima del escenario. Y creo que, incluso, exijo muchísimo más a la gente que me rodea. Siempre tengo la máxima de que ni yo ni mi entorno nos acostumbremos a dar las cosas por hechas. También estoy en un momento en el que la ilusión es algo innegociable.

Esa autoexogencia, estoy segura, es lo que te ha permitido llevar 20 años donde estás.

Efectivamente. Creo que esa exigencia, esa constancia son cosas que puedes aplicar a cualquier parcela de la vida, ya sea personal o profesional. Si no lo aplicas a cualquier parcela que te importe en la vida, es probable que se te escape de las manos.

¿Qué le diría el Manu de ahora a ese Manu que empezaba en la música con pasos más tímidos?

Le daría la enhorabuena y le motivaría a que tuviera un poco más de confianza en sí mismo. Peor, al fin y al cabo, las cosas me han ido como me han ido, muy bien gracias a Dios. Al final, no puedes cambiar nada de la hoja de ruta si hemos llegado hasta aquí.

Has hablado antes de 40 fechas cerradas en esa gira. ¿A qué te dedicas entre fecha y fecha? ¿Qué haces con el poco tiempo libre que te dejan las actuaciones?

A mí me gusta mucho disfrutar de mi familia, relajarme con mi hijo. Me gusta mucho dedicarles tiempo a ellos, que son lo más importante que hay. Aunque tengo muchos conciertos y me va a exigir mucha dedicación, quiero ver si me organizo para seguir componiendo y desarrollando muchos temas que tengo ahí en el cajón metidos, que están por terminar. Quiero continuar con esa faceta de componer, que realmente es con la que yo he empezado. Lo que pasa es que, para escribir y para componer, te tienes que meter en el papel. No es como el que va a pintar la pared y empieza a pegar brochazos. No va así, porque sería muy fácil. Necesitas un momento mental y concentrarte mucho para que, lo mismo a final del día, te salga algo. Es como un estado mental.




Vamos, que puede que en el momento menos esperado nos topemos con el anuncio de un nuevo 'single' de Manu Tenorio.

Seguro, porque, las nuevas tecnologías y medios nos dan muchísimas facilidades para seguri trabajando en equipo y a distancia. Hay que tirara de esas herramientas para seguir creciendo.

Haznos una confesión: ¿qué es lo último que haces antes de ponerte delante de toda esa gente que ha pagado su entrada?

Darles las gracias a mis músicos por estar conmigo, darles las gracias a Dios y al universo por brindarme la oportunidad de subirme de nuevo al escenario.

Espaldarazo a Chanel

Como estamos en resaca posterior a Eurovisión, dinos cómo valoras esa actuación histórica de Chanel.

Impecable. La verdad es que, si yo hubiese tenido que hacer la mitad de lo que hizo Chanel en lo alto del escenario, me hubiesen tenido que hospitalizar después porque me hubiese roto la mitad del cuerpo. Hay que poner en relieve que, con esa juventud, tener la capacidad de subirse al escenario sin que te tiemble el pulso, ante millones de personas, con toda la serenidad, con nervios de acero, sin un solo fallo... Está marcando la línea de lo que es ella. No podía ser mejor, pero independientemente de que hubiese quedado tercera, cuarta o decimonovena.




¿Qué mensaje lanzarías a sus detractores?

Es lamentable que haya gente que, para hacerse notar, tenga que ubicarse en la crítica destructiva y negativa. Creo que a las nuevas generaciones y a la gente que empieza y lucha por sus sueños, hay que respetarla, animarla y mimarla. No se debe entrar en el conflicto y en la crítica gratuita para hacerse notar. Lo que pasa es que muchas personas encuentran que si no hablan negativamente no se les escucha.

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