Construirán un camping para 2.000 personas de cara al festival

El lugar elegido para el "Tent City (Tienda Ciudad)" es el parque Yarkon, el mayor parque urbano de Israel

Pabellón EXPO de la Tel Aviv

@atodochip

Periodista

Tiempo de lectura: 2'

Actualizado 19 ENE 2019

Tel Aviv, la ciudad anfitriona de la próxima edición de Eurovisión que se celebrará en mayo, construirá un camping capaz de alojar a más de 2.000 personas ante la expectativa de gran afluencia de público.

La Alcaldía espera que al menos 10.000 personas viajen a Israel para participar en el evento internacional, lo que supone un reto de hospedaje y ha impulsado la creación de estas instalaciones.

Así serán los alojamientos y transportes

Aquellos que opten por este tipo de alojamiento podrán elegir entre tres opciones: la acampada básica, con la que podrán llevar sus propias tiendas o alquilarlas allí, "glamping" (combinación de las palabras glamour y cámping) o caravanas de lujo totalmente equipadas.

Este nuevo espacio incluirá duchas, zona de recreación y fiestas, puestos de comida y bebidas, y alquiler de bicicletas, además de un servicio de lanzaderas a la "villa de Eurovisión", el principal espacio del festival, situado en el parque Charles Clore, junto al mar Mediterráneo.

El alcalde de la ciudad, Ron Huldai, quiere que la ciudad ofrezca "una experiencia Eurovisión extraordinaria" y señaló que el camping "es solo un ejemplo" de las iniciativas en las que trabajan.

La sede: Tel Aviv

La israelí Neta Barzilai, vencedora de Eurovisión 2018 con la canción "Toy", dio a su país la oportunidad de convertirse de nuevo en anfitrión del festival tras dos ediciones en Jerusalén en 1979 y 1999.

La ciudad santa fue descartada como sede por el actual contexto político, a pesar de las insistencias del gobierno israelí.

Israel intenta consolidar su soberanía sobre toda la ciudad, pese a que su parte oriental está ocupada a los palestinos desde 1967 y anexionada de manera unilateral por el país desde 1980, en una decisión no reconocida por la comunidad internacional.

Ante esto, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) pidió a Israel que eligiera una ciudad "menos divisiva y controvertida" para el festival, por lo que el país propuso también Tel Aviv y Eilat.

Problemas pendientes

Ahora, además de un boicot de artistas internacionales que se oponen a que Israel sea el anfitrión, Eurovisión afronta también el rechazo de los ultrarreligiosos judíos, contrarios a la realización de trabajos en la jornada de descanso del shabat, que ya se ha cobrado una primera baja en el programa.

El israelí Omer Adam, uno de los artistas más reconocidos en el país, rechazó esta semana aparecer en el evento porque esto implicaría trabajar durante la jornada festiva para el judaísmo.

Neta Barzilai y "Toy"