GASTRONOMÍA

La técnica definitiva para comer un kebab sin llenarte de "medallas"

Comer un kebab en pan de pita sin pringarse el pecho de la camiseta de salsa es posible si sigues nuestras recomendaciones
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Os habréis dado cuenta que en los últimos años han proliferado la llegada de los conocidos “doner kebab”en su variedad turca a vuestras ciudades, a vuestros barrios.

El doner kebap no es otra cosa que carne que se hace a la parrilla dando vueltas mediante un pincho giratorio en el que se cocina a fuego lento.


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Originalmente el kebap no era otra cosa que carne de cordero ensartada para cocinar y que se comía en plato acompañada de arroz y verduras como guarnición. Fue en Alemania a principio de los años setenta cuando un turco llamado Kadir Nurman hizo la que a día de hoy es la aportación más demandada de la comida rápida turca al meter todo el conjunto en pan, convirtiéndose en un producto barato, saciante y rápido tanto de servir como de comer.


El doner kebap turco, además del pan de pita, suele llevar entre sus ingredientes según el restaurante donde lo pidamos, lechuga, tomate, cebolla, abundante carne recién asada carne de pollo, pavo, ternera o cordero, aliñada y prensada en un formato que encaja en las máquinas de asar de los establecimientos de kebab (condimentada habitualmente en su asado con pimienta, comino, cilantro y algo de cayena) y salsa al gusto. Simple, rápido y rico, para qué engañarnos. El kebab también se suele consumir sobre todo en Europa, en pan dürüm, una torta hecha con harina de trigo.

Lo malo de este rico bocadillo turco es que mancha muchísimo por lo que comerlo sin ponerte la pechera de la camiseta como un papel de envolver churros, es todo un arte. Comer un kebab en pan de pita evitando pringarse el pecho de salsa no es tarea fácil ni siquiera para el comensal con más destreza de la mesa. Sujetar y comer un kebab requiere su técnica.


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Al igual que cuando comemos una hamburguesa con todos sus avíos, el primer movimiento que te puede salvar de la medalla en tu camiseta es echar la cabeza hacia adelante a la hora de hincarle el diente, da igual si lo vas a consumir en mesa o en barra, es decir, sentado o de pie. Con este acto reflejo evitarás mancharte y la salsa caerá en el plato o en el suelo pero nunca encima de la ropa del domingo. Otro consejo es morder por las esquinas y no por el centro para evitar que el relleno de nuestro bocata turco salga por los lados y necesitemos un camión de servilletas para limpiarnos.

No obstante, si queremos evitar poner en práctica esta depurada técnica, basta con cambiar el pan de pita por pan dürüm y asunto resuelto.

¡Salud!


CADENA 100