Público infantil

Escape rooms virtuales para celebrar el Día de las Mujeres Matemáticas

La UJI participa en la conmemoración del Día de las Mujeres Matemáticas con dos escape rooms virtuales orientadas al público infantil y juvenil
Mujeres Matemáticas
Universitat Jaume I

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La Comisión «Mujeres y Matemáticas» de la Real Sociedad Matemática Española (RSME) ha organizado para el 12 de mayo con motivo del Día de la Mujer Matemática diversas actividades para celebrarlo, entre ellas dos escape rooms virtuales que cuentan con el patrocinio del Departamento de Matemáticas y el Grado en Matemática Computacional de la Escuela Superior de Tecnología y Ciencias Experimentales de la Universitat Jaume I de Castellón.

Las dos escape rooms virtuales están especialmente orientadas al público infantil y juvenil, aunque las personas adultas también pueden disfrutar de ellas. Su objetivo es dar a conocer el papel de las mujeres matemáticas y romper estereotipos. Para ello, a través de esta actividad lúdica se va presentando cronológicamente a diferentes mujeres matemáticas y sus logros, mientras deben resolverse diversas pruebas, priorizándose la temática frente a las pruebas.

El rescate de la maga Omega está especialmente indicada para el estudiantado de los primeros años de primaria (segundo o tercer curso). Esta escape room digital ha sido elaborada por Lara Ferrando Esteve, máster en Matemática Computacional y estudiante de doctorado de la Universitat Jaume I, y la profesora de la Universitat Jaume I Irene Epifanio López, quien forma parte de la Comisión «Mujeres y Matemáticas» de la RSME y del Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género Purificación Escribano de la UJI.

El pasillo del olvido recordado, realizada por Lucía Rey Lorenzo, máster en Profesorado de Secundaria de la Universidad de Santiago de Compostela, está especialmente indicada para estudiantado de secundaria (tercero o cuarto de la ESO). No obstante, pueden ser realizadas por estudiantado de niveles inferiores a los propuestos con ayudas puntuales, y por supuesto, de niveles superiores, que las encontrarán más fáciles. También están disponibles en varios idiomas: castellano, catalán, gallego e inglés.

El propósito de ambas escape rooms es que se pueda disfrutar de un rato divertido y desconectar de la situación que ha obligado al estudiantado a continuar con las clases online. En la escape room de secundaria, la trama sucede en un museo y en la última semana de curso, con la idea de transmitir la sensación de «un último esfuerzo y seremos libres». La escape room de primaria también hace un guiño a la situación actual, donde se debe rescatar a una niña maga que ha quedado encerrada en el ordenador al querer ir a visitar a sus amigas y amigos del colegio.

En las escape rooms se han elegido mujeres matemáticas de todas las épocas y lugares, una representación de su diversidad que muestra que cualquiera puede dedicarse a las matemáticas. Desde Hipatia de Alejandría (Egipto, África), a Emmy Noether (Alemania, Europa) o Maryam Mirzakhani (Irán, Asia), también se incluyen diversas áreas de las matemáticas, de las más aplicadas con Florence Nightingale, a las más teóricas con Sofia Kovalevskaya. Asimismo, se muestra una matemática como Julia Robinson que tuvo un desarrollo infantil atípico: no habló hasta los cuatro años. Otra de las matemáticas que aparecen es la afroamericana Katherine Johnson, y Ada Lovelace, conocida como la primera programadora de la historia.

En definitiva, se busca romper con estereotipos, incluido aquel de «¿para qué sirven las matemáticas?»; por ello se comentan sus logros de forma divulgativa. Uno de los ejemplos claros de esto es la matemática española Ana Justel, que estudia los efectos del cambio climático desde la Antártida.

A través de las pinceladas de las vidas de estas mujeres (en la escape room de secundaria hay enlaces para ampliar opcionalmente la información), se describen las discriminaciones que sufrieron muchas de estas mujeres. Por ejemplo, Sophie Germain se tuvo que hacer pasar por un hombre para burlar las prohibiciones de estudiar en la universidad. La Universidad Politécnica de París no admitió mujeres hasta ¡1972! Además, su contribución sobre la teoría de la elasticidad fue decisiva para la construcción de la Torre Eiffel. Sin embargo, su nombre no aparece entre los 72 grabados en su estructura, que fueron todos nombres de hombres. Su nombre no se incluyó por ser mujer. Hoy en día, esta injusticia todavía no se ha corregido.

La Comisión «Mujeres y Matemáticas» de la RSME se muestra satisfecha si consigue hacer llegar la historia de estas mujeres matemáticas para que se conviertan en referentes de los y las más jóvenes, aunque son conscientes de que para llegar a un buen grado de autoconfianza es fundamental contar con el apoyo del entorno más cercano.

CADENA 100